¿Cuánta liquidez merece la pena tener?

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Una de las grandes preguntas en el mundo de las finanzas personales es cuánta liquidez (dinero inmediatamente disponible y no invertido) tiene sentido tener.

Como en el caso de cualquier pregunta que tiene cierta complejidad, y ésta la tiene, no hay una respuesta válida para todos los casos. Las circunstancias de cada persona son diferentes y la respuesta adecuada también lo es.

Sin embargo, ya que éste es un tema importante, vamos a hacer una reflexión más en profundidad para afinar un poco más que simplemente decir «depende».

¿Listos?

Pues vamos allá.

¿Por qué tiene sentido tener liquidez?

Como decíamos en este post, conviene tener un fondo de emergencia para poder hacer frente a los imprevistos de la vida. A veces, cuando menos lo esperamos, la providencia nos lanza bolas bajas. Y si no estamos preparados para salir del paso, puede que acabemos avocados a una situación complicada.

La recomendación más habitual es tener el equivalente a 3-6 meses de gastos en el fondo de emergencia, por si las moscas. Ahora bien, ¿merece la pena tener algo más?

Muchas personas tienen una parte importante de sus ahorros en la cuenta corriente. Las razones son muchas: Miedo a invertir, sensación de que no tienen suficientes conocimientos para gestionar su dinero de otra forma, idea de comprar una vivienda o un coche en algún momento futuro, incertidumbre sobre su trabajo, etcétera, etcétera.

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Imagen de Gerd Altmann

Y sí, es cierto que todas esas emociones pueden generar en nosotros la inclinación a tener nuestros ahorros en formato líquido e inmediatamente disponible.

Pero hay un pequeño problema: Tener los ahorros en metálico, no invertidos, sale muy caro en el entorno económico actual. Algo que no tiene, al menos ahora mismo, ninguna pinta de cambiar a corto plazo.

Los tipos de interés están cercanos a cero. La rentabilidad de los depósitos bancarios es muy baja desde hace ya algún tiempo. Los bancos están empezando a cobrar a sus clientes por mantener el dinero en la cuenta corriente. Y por si todo eso fuera poco, nuestros ahorros en metálico pierden poder adquisitivo año tras año por el inevitable impacto de la inflación.

En otras palabras, por mucho que te sirva para apaciguar algunas emociones, tener los ahorros en la cuenta corriente drena tu salud financiera día tras día, mes tras mes, año tras año. Y reduce tus posibilidades de disfrutar de la vida al máximo.

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Pero entonces, ¿qué alternativas tienes? ¿Habría alguna forma de invertir tus ahorros sin renunciar a esa tranquilidad que te da la liquidez?

Quizás sí. Veamos algunas ideas.

El nivel óptimo de liquidez

Como hemos mencionado antes, el nivel óptimo de liquidez depende de tus circunstancias personales. Sin embargo, hay algunas cosas que pueden ayudarnos a sentirnos más tranquilos a la hora de invertir nuestros ahorros y reducir esa parte que tenemos en liquidez.

1. Contratar seguros

Hoy en día, hay seguros de todo tipo para mitigar el riesgo de imprevistos: Desempleo, averías, incendios, decesos, etcétera, etcétera. Puedes cubrirte de los riesgos que más te preocupan mediante un uso inteligente de los seguros.

2. Inversiones de poco riesgo

No tienes por qué tener todos tus ahorros en inversiones de riesgo. Hay alternativas que tienen relativamente poco riesgo y que ofrecen una rentabilidad esperada suficiente para no perder poder adquisitivo. Infórmate y elige.

3. Definición de seguridad

Es posible que las emociones de miedo e incertidumbre que te empujan a tener mucha liquidez surjan de una definición limitante de seguridad. Revisa si es el caso, y si lo es, intenta adoptar una definición de seguridad que sea más útil.

4. Reducir tu vulnerabilidad a los cambios

Los cambios son parte de la vida. No podemos hacer nada para evitarlos. Sin embargo, lo que sí podemos hacer es reducir nuestra fragilidad a través de una serie de estrategias que nos permitan navegar esos cambios con mayor destreza.

5. Flexibilizar nuestro estilo de vida

Una forma muy efectiva de reducir nuestra necesidad de liquidez es evitar embarcarnos en el ascenso imparable de estilo de vida en el que muchas personas caen sin apenas darse cuenta. Ello nos permitirá desarrollar mayor flexibilidad a la hora de reducir gastos innecesarios, ahorrar más y generar liquidez extra en caso de necesidad.

Ahí lo tienes, varias formas de calmar tu ansia de liquidez y de facilitar que inviertas tus ahorros para evitar el deterioro de tu salud financiera.

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