¿Qué es un Fondo de Emergencia y para qué lo necesito?

Fondo de emergencia

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Seguro que la palabra emergencia te suena muy mal. Seguro que evoca situaciones incómodas, incluso desesperadas, en las que sentiste de todo menos estar en control.

Y este tipo de cosas suceden. Mucho más a menudo de lo que parece.

Precisamente por eso tenemos que hablar de este tema.

Ya sabes que los gatos tenemos una vida muy larga. De hecho, tenemos varias. Y eso hace que seamos más sabios. O al menos hace que hayamos visto infinidad de cosas y que tengamos más experiencia.

Así que escucha con atención, porque voy a contarte algo importante.

Existe un fenómeno psicológico ampliamente extendido que se llama la ilusión de permanencia. Básicamente, este fenómeno implica que, una vez que llevamos cierto tiempo inmersos en una situación que sigue un determinado patrón, tendemos a asumir que ese patrón se repetirá de igual forma en el futuro y que nada cambiará.

La ilusión de permanencia afecta a prácticamente todo lo que percibimos: Las amistades, la salud, las posesiones materiales, el trabajo, la relación de pareja... y muchas otras cosas más. Cuando llevan un tiempo funcionando de cierta manera, tendemos a asumir que seguirán haciéndolo y bajamos la guardia.

Pero no siempre sucede así, ¿verdad? A veces hay sorpresas.

Imagen de Steve Buissinne

Cuando todo va bien resulta difícil pensar que las cosas pueden, de repente, empezar a torcerse. Y todavía resulta más difícil saber cómo vamos a sentirnos si eso sucediera. No somos muy diestros a la hora de proyectar, desde una posición de calma y racionalidad, cómo reaccionaríamos en circunstancias en las que nuestras emociones están desbocadas.

Hasta ahí la parte psicológica general. Ahora hagamos pongamos la lente de aumento apuntando al área concreta de nuestras finanzas personales.

Pues bien, el fondo de emergencia es una herramienta que nos permite evitar los peligros de la ilusión de permanencia y gestionar las situaciones inesperadas con mucha mayor calma y flexibilidad.

Veamos cómo funciona con un poco más de detalle.

¿Qué es y para qué se usa el fondo de emergencia?

El fondo de emergencia es, en su forma más básica, una cantidad de dinero que tenemos ahorrada y disponible inmediatamente en caso de necesidad. Nos sirve para hacer frente a gastos imprevistos y situaciones inesperadas, sin tener que recurrir a alternativas complicadas o tener que improvisar una solución en muy poco tiempo.

Por ejemplo:

Averías en el coche: en muchos casos, las averías que tenemos en el coche pueden suponer un gasto importante e inesperado (a veces el seguro no nos cubre la reparación). El fondo de emergencia nos permitiría salir del atolladero con rapidez y continuar utilizando el coche.

Averías en casa: De la misma forma, estos gastos pueden suponer un desembolso importante. A veces es posible retrasar la reparación o fraccionar el pago, pero a veces afecta a algo absolutamente indispensable (como la fontanería, la lavadora o la caldera) que tenemos que solventar inmediatamente.

Situaciones de desempleo: Dependiendo de la situación económica general y el sector en el que trabajes, encontrar otro empleo puede no ser cosa de dos días. Desafortunadamente, éste es un caso bastante frecuente en nuestro país. En estas circunstancias, contar con un fondo de emergencia puede proporcionarte el tiempo que necesitas para encontrar un trabajo que encaje bien con lo que deseas, y no tener que contentarte con lo primero que aparece.

¿Cuánto dinero debo tener en mi fondo de emergencia?

Normalmente se aconseja tener entre 3 y 6 meses de gastos “fijos”, es decir, una cantidad que cubra tus gastos de alquiler o hipoteca, otras deudas, comida, luz, agua, teléfono, suscripciones que no quieras perder, seguros, colegios o universidades…etcétera, etcétera.

Aún así, para esto no hay una regla universal, porque depende mucho del perfil de tolerancia al riesgo que tengas y de lo estable que percibas que es tu fuente de ingresos. Habrá personas que preferirán tener un poco más y personas que preferirán tener un poco menos.

Para mí, la respuesta correcta es ésta: La cantidad que te permita dormir tranquilo.

Imagen de Mylene

Eso sí, asegúrate de que es más que cero, porque si crees que es cero, es probable que estés infravalorando el riesgo de que se produzcan imprevistos. Recuerda la ilusión de permanencia.

Bueno, ya está bien de rollo. Ahora tus deberes, Moneytimer:

Pon un fondo de emergencia en tu vida.

Si no lo tienes ya, empieza a construirlo cuanto antes. Márcate un objetivo de ahorro periódico que no sea demasiado agresivo y ve asignándolo poco a poco al fondo de emergencia, para que no suponga un esfuerzo excesivo para ti.

Y una vez lo tengas, disfruta de la sensación de tranquilidad. Vale la pena.

¿Dónde debo tener mi fondo de emergencia?

El fondo de emergencia tiene que ser algo a prueba de bombas, porque lo necesitas en situaciones difíciles y en esas situaciones no debe fallar. Por eso, has de tenerlo en un lugar seguro y accesible.

Tu propio banco puede ser una buena opción. Algunos bancos ya permiten tener más de una cuenta, o dividir tu cuenta en distintos compartimentos. Este tipo de estrategias son muy útiles para aprovechar las virtudes de la contabilidad mental.

Yo, por ejemplo, tengo mi fondo de emergencia en Revolut. Me gusta esta alternativa porque me permite distribuir mi dinero en distintas cajas fuertes (de las que puedo sacar el dinero cuando quiero). Y así, además de tener un fondo de emergencia, puedo adoptar otros objetivos financieros de ahorro y asignarlos a las diferentes cuentas. 

Ahí tienes todo lo que debes saber sobre el fondo de emergencia, Moneytimer.

Y ya sabes, si quieres seguir aprendiendo sobre los hábitos financieros más importantes para mejorar tu salud financiera, puedes hacerlo en la categoría #Tudíaadía.

¿Quieres más buenas ideas para mejorar tu salud financiera?

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