Conceptos de inversión, parte 3: Cobrar o acumular

Imagen: Marjan

Uno de los dilemas a la hora de invertir nuestros ahorros en alguna alternativa (como la renta variable o la renta fija), es si preferimos recuperar una parte de nuestra inversión de forma paulatina o si preferimos acumular los rendimientos en el tiempo, sin recuperar nada hasta el final.

En finanzas, esto se conoce como «productos de distribución» (aquellas alternativas de inversión que distribuyen importes en metálico a los inversores cada cierto tiempo) o «productos de acumulación» (aquellas alternativas de inversión que no distribuyen ningún importe en metálico a los inversores, sino que lo reinvierten constantemente).

acumular
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Algunos productos de distribución pueden ser los siguientes:

  • Comprar una vivienda y alquilarla a un tercero: En este caso el inversor recibe un pago periódico de alquiler
  • Comprar acciones de una empresa que paga dividendos en metálico: En este caso el inversor decibe pagos recurrentes por ser tenedor de esas acciones, mientras la empresa continúe con su política de distribución de dividendos
  • Comprar un fondo indexado de distribución: En este caso el inversor recibe dividendos del fondo, que a su vez los recibe de las empresas en las que ese fondo invierte.
  • Comprar un bono del Estado o de una empresa que paga un cupón cada seis meses: En este caso el inversor recibe pagos recurrentes por ser tenedor de ese instrumento de renta fija.

Por otro lado, algunos productos de acumulación pueden ser los siguientes:

  • Comprar oro o materias primas: Este tipo de activos no hace ningún tipo de pago en metálico por el hecho de tenerlo.
  • Comprar criptomonedas: Las criptomonedas tampoco realizan pagos a sus tenedores.
  • Comprar acciones de empresas que no reparten dividendos: Las start-ups son un caso típico de esta situación, pero hay muchas otras empresas que tampoco reparten dividendos.
  • Comprar un fondo indexado de acumulación: En este caso el fondo no reparte dividendos a sus inversores, sino que los reinvierte en el fondo.

Cómo elegir entre cobrar o acumular

Para elegir cuál de las dos opciones te conviene más desde el punto de vista inversor, conviene que tengas en cuenta lo siguiente:

1. Tus circunstancias particulares

Uno de los aspectos clave para decidir cuál de las dos opciones te conviene más es evaluar cuánto colchón tienes entre tus ingresos y tus gastos.

Si tu margen es escaso, puede que te convenga más recibir cantidades en metálico de tus inversiones de forma recurrente, para ayudarte a cubrir cualquier necesidad que pueda surgir.

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Por el contrario, si tu margen es elevado y tienes un buen colchón de liquidez, tendrás más capacidad de renunciar a los pagos recurrentes de tus inversiones y optar por productos de acumulación.

Es cierto que siempre puedes vender los productos de acumulación si necesitaras liquidez, pero eso tiene algunas implicaciones relevantes:

  • Una de ellas es que puedes necesitar vender cuando la inversión no lo está haciendo demasiado bien por un bache de mercado, lo cual no es ideal porque estarías dañando tu rentabilidad.
  • Y la otra son los impuestos, como veremos a continuación.
2. Los impuestos

Los impuestos tienen un gran impacto financiero en el conjunto de nuestra vida. Y su tratamiento en los productos de distribución y de acumulación es muy diferente.

En los productos de distribución, cuando el inversor recibe el pago recurrente en metálico, se genera una retención, generalmente en base a la fiscalidad de las rentas del ahorro (con tipos impositivos en torno al 20-25%). Es decir, el inversor recibe el pago neto de impuestos (o lo que es lo mismo, paga los impuestos inmediatamente).

En los productos de acumulación no se recibe pago recurrente en metálico, con lo que los impuestos por las ganancias se difieren hasta que se produzca la venta del activo. Y como vimos en este post, diferir impuestos en el tiempo tiene un gran beneficio financiero.

3. Tu combinación de rentabilidad-riesgo

Otro aspecto importante a la hora de decidir si te conviene más cobrar o acumular es el perfil rentabilidad-riesgo con el que te sientes más cómodo.

Una de las cosas que conseguimos al invertir en un producto de distribución es que vamos recuperando parte de nuestra inversión según vamos recibiendo los pagos recurrentes, con lo que, por definición, estamos reduciendo el riesgo. Por contra, en los productos de acumulación no cristalizamos ninguna rentabilidad hasta el final (o hasta cuando decidamos vender), con lo que estamos corriendo mayor riesgo.

Sin embargo, no es oro todo lo que reluce. Porque a cambio de correr un mayor riesgo, los productos de acumulación también generan una mayor rentabilidad esperada al reinvertir las ganancias y aprovechar al máximo el efecto del interés compuesto.

Como siempre, hay una correlación entre riesgo y rentabilidad.

Ahí tienes, las claves para decidir si es preferible cobrar o acumular las ganancias en tus inversiones.

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