Conceptos de inversión, parte 2: ¿Global o local?

Imagen: Stokpic

Cuando invertimos en renta variable o renta fija, a veces nos vemos inclinados a comprar acciones o bonos de compañías de nuestro entorno local cercano. Nombres que nos suenan, que conocemos, quizá incluso cuyos productos consumimos.

Y aunque eso sea muy humano, no es la mejor estrategia para optimizar el binomio riesgo-rentabilidad, porque no diversifica nuestra inversión todo lo que podría hacerlo, provocando que estemos corriendo más riesgo del necesario.

Imagina que decides invertir en el Ibex-35 (el índice bursátil que incluye las 35 compañías más grandes de España). O que te haces una cartera de inversión con Telefónica, Iberdrola, Repsol, BBVA, Santander, Ferrovial, Acerinox y algunos otros valores. ¿Es ésa una estrategia de inversión adecuada?

Podrías pensar que sí. Tienes compañías de sectores diferentes (energía, banca, telecomunicaciones, construcción, etcétera, etcétera), lo que en teoría debería protegerte y reducir la volatilidad de tus inversiones. 

Sin embargo, cuando profundizas un poco, este tipo de índices locales está muy concentrado, porque un número pequeño de grandes empresas acumula una gran parte del peso del índice.

En el Reino Unido, por ejemplo, las 10 mayores compañías acumulan más del 30% del índice local (el FTSE 100). Y en España, las 5 mayores compañías acumulan alrededor del 50% del Ibex-35.

Si lo comparamos con un fondo de renta variable global estandar, como por ejemplo el FTSE Global All Cap de Vanguard, tendríamos exposición a más de 7.000 compañías, de las cuales las 10 mayores solamente representan el 10-12% del fondo.

¿Ves la diferencia en nivel de diversificación entre un índice local y uno global?

La diversificación indirecta

A veces se argumenta que, aunque las compañías de un índice local no sean muchas y pertenezcan a un mismo país, una gran parte de sus ingresos provienen de la exportación a otros países y por tanto existe una diversificación geográfica indirecta.

Por ejemplo, muchas de las empresas del FTSE 100 en el Reino Unido son multinacionales con ingresos que provienen de muchos mercados. Lo mismo sucede, aunque en grado menor, con las empresas del Ibex-35, que tienen muchos ingresos que provienen de países de Latinoamérica.

Sin embargo, ese tipo de diversificación no te protege frente a eventos macroeconómicos o geopolíticos que afectan al país del índice local. Una prueba reciente es lo que sucedió en el Reino Unido tras el referendum del Brexit, o en España durante las fases de inestabilidad política.

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Los índices locales, a pesar del cariz internacional en la generación de ingresos de las empresas que los componen, no te protegen tan bien de la volatilidad específica asociada a eventos que afectan al país como lo hace un fondo diversificado geográficamente, con empresas de múltiples países diferentes.

La concentración sectorial

Otro aspecto interesante es que cada país tiene una cultura sectorial y una historia de desarrollo empresarial diferente.

Por ejemplo, en el Reino Unido tienen mucho peso la industria energética, los productos de consumo y la industria financiera, mientras que el sector tecnológico tiene muy poco. Y en España tienen mucho peso la banca, la energía y las infraestructuras, mientras que el sector tecnológico o el sector salud tienen muy poco.

Y eso implica un riesgo mayor, especialmente en el contexto global actual en el que algunos sectores tienen mejores perspectivas que otros. Salud y tecnología, por ejemplo, tienen mejores perspectivas a medio y largo plazo que banca o energía, en términos generales.

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Pero hay un argumento mucho más sólido a favor de una diversificación más amplia y el uso de índices globales: Nadie sabe con certeza qué sectores irán mejor, o qué países irán mejor, en el medio y largo plazo. Por eso, tu mejor apuesta es estar expuesto a prácticamente todo, con un peso reducido en cada cosa.

La buena noticia es que los fondos de renta variable te permiten construir la combinación que desees. Si quieres un poco más de exposición a ciertos sectores o a ciertos países, puedes construir tu cartera con una combinación de fondos que te permita conseguir eso. Y si quieres exposición a todo a la vez, también puedes conseguirlo con mucha facilidad.

Ante la duda, un índice global es una apuesta mejor desde el punto de vista del binomio riesgo-rentabilidad que un índice local.

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