Los grandes enemigos de tu salud financiera: Creencias sin fundamento

Imagen: Tumisu

Hoy ponemos un nuevo eslabón en la cadena de grandes enemigos de tu salud financiera. Como recordarás, hemos cubierto ya la inflación, los impuestos, el conformismo, la educación, las comisiones y los malos consejos. En este post vamos a hablar de algunas creencias que son muy habituales pero que no tienen demasiado fundamento.

Nuestro sistema de creencias es un elemento absolutamente fundamental en nuestro comportamiento. Una vez formadas, las creencias se convierten en una especie de manos invisibles que guían los hilos de nuestras decisiones.

creencias
Imagen de Dendoktoor

Muy a menudo, ni siquiera nos damos cuenta de que las creencias están ahí, lo mismo que un pez no se da cuenta de que está en el agua. Son nuestra forma de ver el mundo. Cuestionarlas no es tan sencillo, porque operan a un nivel muy sutil de la conciencia.

Sin embargo, hay ocasiones en las que la realidad nos da pistas de que nuestras creencias no son demasiado acertadas. O mejor dicho, demasiado útiles. En otras palabras, que no nos ayudan a vivir mejor y a sentirnos más felices, sino todo lo contrario.

Pues bien, en el post de hoy vamos a centrarnos en algunas creencias habituales que, lejos de ayudarnos, nos impiden progresar en el camino hacia la salud financiera.

Mi trabajo está seguro

Una creencia habitual que no resulta demasiado útil en los tiempos que corren es asumir que nuestra situación profesional no sufrirá imprevistos en el futuro.

Muchas personas que viven de sueldo a sueldo y gastan todo lo que ganan se encuentran ancladas en esta creencia. No se educan, ni ahorran, ni invierten, porque asumen que podrán seguir funcionando como hasta ahora.

Sin embargo, esa creencia no se corresponde con la realidad. El ritmo de cambio es más rápido que nunca. Las dinámicas de trabajo se ven alteradas constantemente. Y el futuro es, sin duda, muy incierto.

Imagen de Comfreak

No hay nada seguro. Por eso hemos de construir, de forma proactiva, colchones de protección en diversos ámbitos sin esperar a darnos de bruces con la realidad.

Los políticos solucionarán mis problemas

Otra creencia poco útil que suele campar a sus anchas por ahí es que los políticos solucionarán nuestros problemas.

La forma de desarmar esta creencia es muy sencilla. Sólo hay que mirar atrás y preguntarse: ¿Ha sido así realmente?

Sin embargo, por alguna razón, muchas personas siguen creyendo que será así. Y toman decisiones en su día a día firmemente convencidos de que será así. Decisiones del estilo de «no necesito ahorrar e invertir porque he cotizado durante muchos años y el Estado debe garantizarme una jubilación digna».

Ejem… no. El Estado no te debe nada. Si no me crees, prueba a llamar a su puerta y exigir que paguen sus deudas. Verás lo que pasa.

Nadie va a venir a salvarte. O quizás sí, pero eso no debe ser tu estrategia principal. Tu mejor apuesta es salvarte a ti mismo.

La culpa de que las cosas hayan ido mal es de los demás

Otra típica creencia desempoderante es que las razones de los malos resultados que obtenemos se encuentran siempre en el mundo exterior.

¿Por qué es desempoderante? Muy sencillo: Cuando las cosas salen mal, siempre suele haber algo que no has hecho demasiado bien, por pequeño que sea. Si tiendes a apuntar con el dedo a los demás, lo más probable es que pases tu responsabilidad por alto.

Imagen de Tumisu

Y eso no es bueno, porque tu propio comportamiento es lo único que puedes controlar. Lo que hay ahí fuera está más allá de tu control. Y por tanto, al funcionar esa creencia estás mermando tu capacidad de mejora.

Más vale lo malo conocido

La última creencia poco útil es que es bueno conformarse.

Como vimos en este post, el no intentar conseguir más en la vida y centrarse en disfrutar de lo que uno ya tiene puede tener ciertas ventajas si se enfoca con sabiduría, pero generalmente acarrea consecuencias negativas relevantes.

Como por ejemplo el freno a nuestro desarrollo personal.

Querer mejorar es sano. Nos mantiene en movimiento, evolucionando, aprendiendo, descubriendo. Y ésa es una de las claves para vivir una buena vida.

Ahí lo tienes, 4 creencias que no te ayudan demasiado en el camino hacia tu salud financiera y que conviene que desprogrames en la medida de lo posible.

Si quieres acceder a otros contenidos de este estilo, no te olvides de consultar nuestra sección Dinero, ¡a trabajar!

¿Quieres seguir conociendo los obstáculos que te separan de tu salud financiera?

.

🎁Dinero, ¡a trabajar! — otros posts