Los grandes enemigos de tu salud financiera: Educación

Imagen: Christine Sponchia

Seguimos hablando de esos grandes enemigos que bloquean tu éxito en el camino hacia la salud financiera. Hasta ahora hemos cubierto la inflación, los impuestos y el conformismo. En este post vamos a tratar uno de los más grandes y peligrosos: La educación. O mejor dicho, la falta de ella.

Aprender es uno de los grandes trampolines que impulsan nuestra capacidad para vivir una buena vida en prácticamente todas las dimensiones que se nos ocurran: El trabajo, la salud, las relaciones, el ocio, y por supuesto, las finanzas.

El problema que tiene aprender es que no todos nosotros sentimos el impulso natural de hacerlo. Las razones son variopintas: No percibimos una recompensa inmediata. Exige tiempo, del que no disponemos tanto. Y por si todo eso fuera poco, cuesta. Cuando nos ponemos a ello, sentimos cómo el aguijón de la incomodidad de salir fuera de nuestra zona de confort se clava en nosotros.

educación
Imagen de Schäferle

Sin embargo, no aprender sobre finanzas tiene también consecuencias. Y esas consecuencias son potencialmente mucho más graves que las posibles inconveniencias de hacerlo.

Veamos algunas de ellas.

Las consecuencias de la falta de educación financiera

Algunas de las consecuencias más habituales de no cultivar la educación financiera son las siguientes:

1. Parálisis

Cuando no tenemos confianza en nuestros conocimientos de finanzas, una de las reacciones más comunes es evitar cualquier tipo de decisión en ese campo.

Básicamente, nos paralizamos y no diseñamos una estrategia financiera que nos ayude a disfrutar más de la vida. Nos limitamos a intentar llegar a fin de mes y quizá ahorrar algo de dinero para las cosas que queremos hacer en el futuro. Funcionamos con herramientas muy rudimentarias que apenas nos permiten avanzar.

2. Malas decisiones

Otra de las reacciones más comunes es actuar. Y esto puede ser aún más peligroso que la parálisis, porque lo hacemos sin demasiado criterio y a veces con importes muy relevantes.

Imagen de Steve Buissinne

Operar con cuentas bancarias de comisiones altas y escasa flexibilidad. No tener un fondo de emergencia para imprevistos. No saber hacer un presupuesto. No monitorizar gastos. Sobreestimar nuestra capacidad de endeudamiento. Elegir una hipoteca inadecuada. Hacer inversiones cuestionables. Funcionar con una planificación equivocada para la jubilación.

Las posibilidades de tomar malas decisiones si no tenemos educación financiera son ilimitadas. Y algunas de ellas pueden tener consecuencias muy perniciosas para nosotros durante un largo periodo de tiempo.

3. Dependencia

Otra posible implicación de la falta de educación financiera es la dependencia de los demás.

Digamos que quieres empezar a tomar decisiones que mejoren tu salud financiera. Si percibes que no controlas mucho del tema y no te interesa aprender, no te quedará otra alternativa que escuchar lo que te dicen las personas que – supuestamente – saben.

Imagen de Sasin Tipchai

Eso es mejor que nada, pero te deja en una posición muy debil. Una posición de dependencia. Si esas personas, por la razón que sea, dejan de estar disponibles, estarás en un aprieto. Y además, lo que esas personas creen que es lo mejor para ellas no tiene por qué ser lo mejor para ti.

Recuerda, cada uno de nosotros somos diferentes. Tenemos distintas personalidades, creencias y objetivos. La solución que funciona para una persona no tiene por qué funcionar para otra.

4. Vulnerabilidad a los malos consejos

La última gran consecuencia es la otra cara de la moneda del punto anterior. Cuando dependes de los demás y no tienes formado un criterio propio y anclado en una sólida educación para tomar decisiones, te vuelves mucho más vulnerable a hacer caso a los malos consejos.

Sencillamente, porque no sabes lo suficiente como para poder diferenciar de forma clara. Y eso te puede llevar a lo que decíamos en el punto número 2: Tomar malas decisiones.

Ya lo ves, el aprendizaje puede ser duro, pero la ignorancia lo es mucho más. Tú decides cuál de los dos prefieres tener en tu vida, Moneytimer. Ya sabes cuál te voy a recomendar yo.

Si quieres acceder a más contenidos de este estilo, consulta nuestra sección #Estilodevida.

¿Quieres seguir aprendiendo sobre cómo conquistar la salud financiera?

.

🎁Dinero, ¡a trabajar! — otros posts