Seguimos explorando los grandes obstáculos que nos encontramos en el camino hacia la salud financiera. Como recordarás, en otros posts hablamos ya de la inflación y de los impuestos. Hoy vamos a hablar de otro de ellos, uno de los más peligrosos: El conformismo.
Aquí el tema se empieza a poner interesante, porque esto ya no va de cosas que están ahí fuera, en el mundo exterior, y que tenemos que gestionar lo mejor posible.
No, esto va de otra cosa: Tu propia mentalidad.
En cierto modo, ésta es la primera piedra de todo el proceso. Si la mentalidad no es la adecuada, poco importa que nos convirtamos en expertos sobre inflación, impuestos, comisiones e inversiones. Por mucho conocimiento que tengamos, no tomaremos las acciones adecuadas. Y sin las acciones adecuadas, no obtendremos resultados.
Vamos a adentrarnos un poco más en este aspecto haciendo algunas reflexiones.
Implicaciones prácticas del conformismo
Cuando nos instalamos cómodamente en el conformismo, suelen suceder una serie de cosas. Y es cierto que algunas de ellas pueden sernos de utilidad, pero muchas otras nos perjudican, y mucho.
Uno de los beneficios del conformismo es que evitamos meternos en líos. Al no querer exponernos a lo que no conocemos, no nos sucede nada malo. En ese sentido, creemos que el conformismo nos protege.
Pero eso es cierto sólo en parte, ¿no es verdad?
La otra cara de la moneda es que no crecemos. No aprendemos, ni descubrimos, ni evolucionamos.
Y es que hay una gran diferencia entre aceptar lo que tenemos y aprender a valorarlo, lo cual es muy útil para sentirnos satisfechos, y evitar cualquier riesgo por miedo, lo cual no es en absoluto útil. Esto último no conduce a la calma interior, sino a la ansiedad y a la huida permanentes.
Por eso, si nuestros actos y actitudes revelan conformismo, es fundamental que nos hagamos una pregunta a nosotros mismos y la respondamos de forma sincera:
¿Lo que nos impulsa es la aceptación y la calma? ¿O es el miedo y la ansiedad?
Si caemos en la cuenta de que es lo segundo, tenemos trabajo que hacer. Eso es señal de que tenemos una serie de bloqueos internos que tenemos que despejar para poder experimentar la vida en todo su esplendor.
La mentalidad no es la panacea, pero sí muy importante
Vamos a ser sinceros. Hay muchos autores y libros por ahí que dicen que mentalizarte y hablar con tu reflejo en el espejo todas las mañanas es la piedra filosofal que resolverá todos nuestros problemas.
Y no, evidentemente no funciona así. Con eso no basta. Tienes que manifestar esa mentalidad en tu realidad, tomar una serie de decisiones y responsabilizarte de las consecuencias. Sin hacer eso, no habrá milagro que valga.
Sin embargo, no voy a quitarle importancia. Mentalizarse para mejorar es clave. Dejar atrás el conformismo y abrazar el crecimiento personal es clave. Es, como hemos dicho antes, la primera piedra de la casa.
La pregunta es: ¿Cómo podemos desarrollar una mentalidad que nos ayude a conquistar salud financiera en vez de representar un obstáculo?
Veamos algunas ideas.
Estrategias para una mentalidad más útil
Cambiar de mentalidad no es fácil. Si somos conformistas es porque hemos venido funcionando con un sistema de creencias que creemos que nos ayuda a la hora de desenvolvernos en el mundo. Y dejar eso atrás no es tan sencillo.
Por eso es necesario ir poco a poco, con paciencia. El progreso en estas cosas es, por lo general, bastante lento. Y debe ser así, porque un cambio drástico puede ser contraproducente.
Veamos algunas cosas que nos pueden ayudar.
1. Leer libros
Exponernos a las ideas adecuadas es fundamental. Los libros nos dan acceso a los pensamientos más brillantes de los autores más brillantes de la historia. Y todo está al alcance de nuestra mano con un click.
Extirpa la visión pusilánime y derrotista de los contenidos que consumes y céntrate en contenidos que promocionen la visión que quieres desarrollar. En unos meses, comprobarás que empiezas a pensar diferente.
2. Interactuar con personas con mentalidad de crecimiento
De la misma manera, quién está en tu círculo social habitual es fundamental. No te interesa compartir tiempo con personas conformistas y negativas, porque su forma de ver la vida se filtrará en tu mentalidad.
Limita la exposición a esas personas en la medida de lo posible e intenta pasar más tiempo con personas más emprendedoras, más creativas, más optimistas. Eso obrará maravillas en tu forma de ver las cosas.
3. Actuar en pequeñas dosis
Lo que hemos comentado hasta ahora está muy bien, pero no se puede quedar en tu cabeza. Para que esa mentalidad que intentas desarrollar tenga calado, has de plasmarla en actos concretos.
Recuerda: Poco a poco. No vayas al otro extremo o te pasarás de frenada y morirás en el intento. Movimientos pequeños con riesgos calculados. A medida que vas cogiendo confianza, puedes ir aumentando las apuestas.
Ahí lo tienes: Una guía rápida para derrotar al conformismo. Un tema muy importante, porque para construir salud financiera no puedes conformarte. Has de querer crecer y mejorar. Y para eso debes desarrollar la mentalidad adecuada.
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