Hoy vamos a hablar de una estrategia de inversión muy interesante: La estrategia «barbell» (cuya traducción al castellano es, literalmente, «pesa de mano» o «mancuerna»).
En lo que a estrategias de inversión se refiere, para gustos están los colores. Hay inversores conservadores e inversores agresivos. Inversores tradicionales e inversores innovadores. Inversores que mantienen el rumbo con independencia de las circunstancias y acontecimientos de mercado e inversores que cambian con el viento.
¿Hay una estrategia que sea mejor que las demás? Ésa es una pregunta imposible de responder, porque depende de cada uno. La estrategia más adecuada para ti es la que mejor casa con tu personalidad y con tus objetivos financieros y vitales. Y esa estrategia puede ser completamente diferente a la que es más adecuada para mí.
Tal es la belleza de las finanzas. Y sí, también la frustración de no tener una respuesta válida y absoluta para todo el mundo. Pero así es la vida.
En ese contexto, hoy te voy a hablar de una estrategia de inversión concreta que puede que te resulte interesante. Tan interesante que puede que case con tu personalidad y tus objetivos.
Vamos allá.
La estrategia de inversión «barbell»
La estrategia de inversión «barbell» se centra en la gestión del riesgo de nuestras inversiones de una forma muy particular.
El riesgo es la piedra angular que acaba determinando con más fuerza la composición de nuestra cartera de inversión. Cuando priorizamos la rentabilidad sin prestar suficiente atención al riesgo, tarde o temprano la realidad nos muerde el trasero. Y cuando lo hace, empezamos a considerar el riesgo mucho más en serio.
De esta forma, los inversores con mayor aversión al riesgo acaban apostando por inversiones poco arriesgadas, aunque sean poco rentables. Y los inversores con menor aversión al riesgo buscarán mayores rentabilidades, a pesar de tener más probabilidades de perder.
Esto suena genial, pero hay un problema: A veces pasan cosas que no se ven venir y que nos enseñan, a la fuerza, que nuestra estimación del riesgo no era tan acertada como parecía.
Este problema tiene una segunda derivada: Esas cosas que se supone que no van a pasar, acaban pasando bastante a menudo a lo largo de una vida. Y cuando pasan, pillan a la gran mayoría de inversores desprevenidos. Es lo que el escritor Nasim Nicholas Taleb denominaba en sus libros «cisnes negros».
El término «cisne negro» aludía a que, al ser los cisnes blancos en Europa, nadie se imaginaba que pudieran existir cisnes negros. Pero unos exploradores holandeses, en un viaje a Australia, descubrieron que no era así. Los cisnes negros existían. Y Taleb usó esa metáfora para referirse a sucesos que nadie esperaba, como el crack de 1929 o la crisis de las hipotecas subprime de 2008.
La receta de Taleb frente a los cisnes negros es la estrategia «barbell», que consiste en dividir la cartera de inversión en dos partes muy diferenciadas, y con objetivos muy diferentes:
- Una parte, habitualmente la mayoría del peso de la cartera, tendría riesgo muy reducido y bajas expectativas de rentabilidad
- La otra parte, habitualmente una minoría, tendría riesgo muy alto y altas expectativas de rentabilidad, especialmente en el caso de que se produjeran acontecimientos inesperados
En otras palabras, la estrategia barbell no se anda con chiquitas. No va a riesgos medios, sino a los extremos: Riesgo bajo y riesgo alto, con las ponderaciones de cada uno que más nos interesen.
Posibles ejemplos de estrategias «barbell» podrían ser:
- Renta fija tradicional a corto plazo combinada con acciones de crecimiento o alta volatilidad
- Renta fija tradicional a corto plazo combinada con inversión en start-ups
- Renta fija tradicional a corto plazo combinada con inversiones alternativas (crowdfunding, crowdlending, hedge funds, private equity, etcétera)
- Renta fija tradicional a corto plazo combinada con montar tu propio negocio
Quien dice «renta fija tradicional» dice cualquier tipo de inversión considerada como muy estable y de poco riesgo (depósitos, pagarés, inmuebles en zonas céntricas destinados al alquiler y otras alternativas similares).
Ahí tienes la filosofía de la estrategia «barbell», que puedes adaptar a tus circunstancias e intereses particulares. ¡Dale bola, Moneytimer!
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Moni 
