Las finanzas son un campo que no todos dominamos ni mucho menos. De hecho, muchos de nosotros tendemos a evitarlas en la medida de lo posible y huimos de intentar entender conceptos financieros que nos suenan complicados.
Sin embargo, éste es un tema donde no es tan sencillo esconderse, porque tarde o temprano te muerde el trasero. Por eso, conviene quitarse la venda de los ojos y familiarizarse con algunas cosas. Hacerlo suficientemente pronto puede implicar una enorme diferencia en el resultado.
La pregunta es: ¿Necesitas saber un montón de cosas para tomar buenas decisiones financieras?
No. Como hemos dicho otras veces, un adecuado manejo de las finanzas tiene mucho más que ver con saber gestionar bien tu propio comportamiento que en ser un gurú en el campo del conocimiento. Pero hay algunas cosillas que sí que debes entender.
Hoy vamos a hablar de algunas de ellas.
1. Patrimonio neto
El patrimonio neto es la riqueza total que posees descontando las deudas.
Es la métrica clave de tu salud financiera, y no tanto en sentido estático (hay situaciones en las que puedes tener patrimonio neto negativo, como por ejemplo cuando estás formándote para encontrar un trabajo) sino en sentido dinámico: Si la tendencia que sigues es a mejor, o no.
Es absolutamente fundamental que monitorices cómo evoluciona, para saber cómo lo estás haciendo y poder tomar acciones correctoras a tiempo.
2. Tasa de ahorro
La tasa de ahorro es el porcentaje de tus ingresos que ahorras. O dicho de otro modo, tus ahorros (mensuales o anuales) dividido entre tus ingresos netos.
Muchos de nosotros manejamos el dinero con el objetivo de «llegar a fin de mes». Pero eso no es un gran objetivo, porque tiene un enfoque de supervivencia, no de progreso. Para progresar desde el punto de vista financiero, has de tener una tasa de ahorro positiva.
Sin una tasa de ahorro por encima de ciertos niveles, no podrás invertir. Y si no puedes invertir, no podrás evitar la pérdida segura que supone la inflación.
3. Tipo de interés y comisiones
Es muy importante que conozcas cuánto estás pagando por las cosas que utilizas. Con la factura de la luz o Netflix es muy fácil saberlo, pero en los productos financieros es un poco más complicado. El coste no es tan trasparente ni tan evidente.
Haz un esfuerzo para saber exactamente cuánto pagas al año por tus cuentas bancarias, tus inversiones, tus préstamos al consumo. Eso te dará información muy valiosa para ir optimizando las cosas poco a poco mediante renegociación y cambio a otros proveedores más competitivos.
4. Salario relativo
Más conceptos financieros importantes: Tu salario en relación a otros profesionales de la industria en la que trabajas.
Ésta es una métrica que debes tener muy en cuenta a la hora de diseñar tu estrategia profesional, porque puede que te estés dejando en el tintero mucho potencial de generación de ingresos.
Intenta mantenerte siempre al día de lo que se está cobrando en tu sector para puestos parecidos al tuyo. Eso te hará mucho más consciente de la dirección que debes tomar para maximizar tus ingresos.
5. Interés compuesto
Una de las grandes barreras mentales a invertir es que desconocemos el enorme potencial del interés compuesto. Una vez comenzamos a entender la lógica matemática de acumular pequeñas ganancias en el tiempo, el incentivo de invertir se hace mucho más poderoso. ¡Es demasiado bueno como para dejarlo pasar!
Para entender bien el interés compuesto, has de leer un poco sobre él. Recuerda que nuestro cerebro no está bien equipado para entender el crecimiento exponencial y que funciona más bien de forma lineal. Y por eso a menudo subestimamos las ventajas de invertir desde bien pronto, cuando el tiempo está de nuestro lado.
6. Riesgo
El riesgo es uno de los conceptos financieros más importantes que existen. Muchos de nosotros no atinamos a medir el riesgo con destreza, bien porque no entendemos bien sus diferentes caras, bien porque nos centramos exclusivamente en el presente e ignoramos el futuro.
En el plano financiero, medir bien el riesgo es clave para tomar buenas decisiones. Y ello aplica especialmente al mundo de la inversión. Por eso, es muy importante que te informes sobre el riesgo de las diferentes alternativas antes de tomar decisiones en base a consejos, modas o razones que no son demasiado sólidas.
7. Objetivos de jubilación
La jubilación es una de esas cosas que parece demasiado lejana como para ponerse a pensar en ella. El problema es que la foto que te vas a encontrar cuando llegues allí va a depender directamente de lo que haces hoy, así que te conviene muy mucho pensar en ella ahora. Salvo que te gusten las sorpresas, claro.
Cuando visualizas el tipo de jubilación que quieres tener y estimas qué tipo de nivel de gasto implicaría eso, empiezas a ver todo con más claridad. Empiezas a unir los puntos entre tus decisiones en el presente y dónde quieres llegar en el futuro. Y eso te permite corregir algunas cosas cuando todavía tienes tiempo.
Ahí tienes, 7 conceptos financieros que debes tener muy en cuenta si quieres avanzar en el camino de la salud financiera.
Si quieres acceder a contenidos similares, consulta nuestra sección #Estilodevida.
Moni 
