Si has leído a Robert Kiyosaki, el famoso autor especializado en el campo de las finanzas personales, es posible que te suene la expresión «la carrera de la rata».
Kiyosaki usa esta metáfora para expresar la situación, tan típica en nuestros días, en la que una persona agota sus energías intentando ganar dinero, pero después lo gasta todo y sigue estancada en el mismo sitio. Al igual que la rata corre y corre alrededor de una rueda y no avanza.
La salida de la carrera de la rata es construir salud financiera. Cuanta más libertad financiera obtengas a través de tus decisiones, más fuera de la carrera de la rata te encontrarás.
Esto, desafortunadamente, no se enseña en los colegios. Cuando tenemos que tomar decisiones importantes sobre qué estudiar, qué tipo de trabajo hacer y qué estilo de vida tener, nuestro cerebro no suele haber interiorizado aún este tipo de perspectiva. Tendemos a dar por bueno lo que hacen los demás. Y eso incrementa nuestras posibilidades de acabar atrapados en la carrera de la rata.
En este post vamos a hablar de algunas estrategias que pueden resultar muy útiles, cuando estamos comenzando a tomar decisiones importantes, para evitar acabar en esa situación tan habitual.
1. Elegir una carrera profesional que pague bien
«Sigue tu pasión» es un mantra que suele llevar a decisiones que nos llevan a destinos complicados. La cruda realidad es que es muy difícil progresar en la vida sin un buen nivel de ingresos. Puedes hacer lo que te gusta, sí, pero tus posibilidades se reducen muchísimo si no puedes ahorrar ni invertir.
La vida da muchas vueltas. Tener flexibilidad financiera es clave para poder navegar los cambios con destreza. Lo que hoy es una pasión se puede convertir mañana en una carga si no cuentas con la flexibilidad necesaria para maniobrar.
Si eliges un trabajo bien pagado, aunque no te apasione al principio, y buenos hábitos financieros, tendrás mayor capacidad para pivotar hacia una forma de hacer las cosas que te apasione más. Por eso, tus decisiones sobre qué carrera profesional elegir quizá deban priorizar tus fortalezas, y no tanto tus pasiones.
2. No dejar de aprender y convertirte en un experto
Cuando alguien sabe de verdad de algo, enseguida se ve. Y la razón no es otra que ésta: La gran mayoría de personas no son expertos porque no tienen interés en serlo. Con hacer una labor «suficientemente buena» en el ámbito profesional les vale. No buscan la excelencia.
Esto tiene una implicación práctica muy evidente que sin duda has apreciado en muchos campos diferentes: Las personas que son expertas destacan. Y tienen la capacidad de cobrar mucho más por sus conocimientos y servicios que la mayoría de profesionales de su sector, porque los clientes se los rifan.
Seguir inviertiendo en ti mismo a través de formación y aprendizaje de conocimientos y habilidades relacionados con tu carrera profesional es una de las mejores decisiones que puedes tomar para multiplicar tu nivel de ingresos y expandir tus oportunidades. Y eso es un turbopropulsor para salir de la carrera de la rata.
3. Explorar oportunidades profesionales
Si has llevado a cabo los dos primeros pasos y estás trabajando en un sector dinámico y bien remunerado, es muy probable que surjan oportunidades profesionales a tu alrededor continuamente.
En este contexto, una de las estrategias más efectivas para maximizar tus ingresos es aprovechar esas oportunidades de forma proactiva: Conocerlas, explorarlas, establecer relación con las empresas que las proporcionan. Y eventualmente, si las circunstancias correctas se dan, saltar.
Antaño era muy común permanecer en la misma empresa u organización durante toda nuestra vida profesional. Ahora las cosas no funcionan así. Cambiar de empresa no se ve por los empleadores como algo negativo, sino como señal de iniciativa y ambición. Y estos cambios suelen llevar aparejado un aumento de compensación económica para incentivar el salto.
Explora oportunidades proactivamente. Si eres un buen profesional, es una de las fuentes de incremento de ingresos más fáciles de conseguir.
4. Automatizar patrones de ahorro e inversión
Una vez que has aterrizado en una situación en la que tienes buena capacidad de generación de ingresos, sólo te queda por hacer una cosa. Algo que parece fácil, pero en lo que a menudo metemos la pata:
No gastar todos esos ingresos inflando nuestro estilo de vida a medida que pasa el tiempo.
La fórmula más efectiva para conseguir este objetivo es automatizar tu flujo de dinero: Nada más recibir tu sueldo en la cuenta corriente, envía una parte a tu cuenta de ahorro e inversión y gasta el resto.
Con esta sencilla automatización y los pasos anteriores, saldrás de la carrera de la rata en un santiamén. ¡Dale bola, Moneytimer!
Si quieres acceder a contenidos similares, consulta nuestra sección #Estilodevida.
Moni 
