Algunos consejos financieros cuestionables

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Hay consejos financieros que circulan a los cuatro vientos como si fueran dogmas de fe. Cosas que hemos oído en multitud de situaciones y contextos diferentes, y que a raíz de la repetición nos hemos acabado creyendo a pies juntillas.

Sin embargo, no todos ellos son buenos consejos. Hay algunos que son, cuando menos, cuestionables. Y hay otros que pueden ser hasta perjudiciales, porque no hacen sino menguar nuestras posibilidades de conquistar la salud financiera.

Veamos algunos de ellos.

1. Sigue tu pasión

«Seguir tu pasión» puede sonar genial desde un punto de vista existencial, pero que algo te apasione no significa que seas bueno en ello, ni que lo tengas fácil para ganarte la vida.

Recuerda, en el mundo de la inversión, el factor más importante es el tiempo. Cuanto antes empieces a invertir, mayores serán los beneficios financieros y mayor será tu flexibilidad vital. Para poder invertir tienes que ahorrar, y para poder ahorrar tienes que ser capaz de generar un buen nivel de ingresos.

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Seguir tu pasión está muy bien, pero tienes mucho tiempo por delante para hacerlo. Además, las pasiones cambian, al igual que cambiamos nosotros a medida que pasan los años. Si eliges una carrera profesional que se adecúe a tus puntos fuertes (a aquello en lo que eres realmente bueno) en un sector bien remunerado, tus posibilidades de generar ingresos a lo largo de una vida aumentarán.

Es posible que, si sigues esta ruta, lo que hagas no te apasione al 100% al principio, pero una vez que tengas una buena posición financiera, también tendrás más capacidad para introducir cambios en tu vida para estar cada vez más satisfecho. Porque funcionas desde una situación de fuerza, no de debilidad.

2. Monta un negocio si quieres ser rico

Uno de los consejos financieros que más se oyen es que para hacerte rico tienes que ser emprendedor, no un trabajador por cuenta ajena.

Eso no es cierto en absoluto. Depende de tu comportamiento con el dinero.

Si tienes un trabajo bien remunerado y buenos hábitos de ahorro e inversión, lo más probable es que nades en la abundancia (en salud financiera, al menos) al cabo del tiempo.

Sí, esto es algo que no sucede de la noche a la mañana. Pero si tienes paciencia y el mundo no se va al garete mientras tanto, acabará sucediendo. De hecho, es la forma de hacerse rico que menos riesgo tiene, porque depende en muy alto grado de ti mismo.

Eso sí, si quieres hacerte rico rápido… igual tienes que montar un negocio. Pero el riesgo de que las cosas salgan mal es muchísimo más alto. Ya sabes, rentabilidad y riesgo van unidos.

3. Lee un montón de libros

Otro de los consejos financieros que se oyen por ahí es lo importante que es leer libros. «Lee todo lo que puedas», te dicen.

Y sí, eso puede ser muy útil. «Puede».

Pero si no aplicas nada de lo que lees, entonces no es más útil que sentarte en el sofá a ver Netflix.

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Es preferible que leas unos pocos libros seleccionados, extraigas algunas ideas importantes y las apliques en tu día a día, a que leas cientos de libros y no apliques nada.

Son los actos y las decisiones las que transforman tu vida, no los pensamientos.

4. Alquilar es tirar el dinero

Otro mantra financiero que resulta difícil de cuestionar en nuestra mente es que si alquilas el lugar donde vives estás desperdiciando el dinero, y que lo que tienes que hacer, sea como sea, es comprar.

Alquilar no es tirar el dinero. Puedes vivir cómodamente tanto alquilando como comprando. La pregunta que debes hacerte es si quieres invertir tus ahorros en inmobiliario o prefieres invertirlos en otra cosa.

Y para eso debes hacer bien los números, porque comprar una casa tiene muchos costes escondidos, además de conllevar cierta pérdida de flexibilidad vital por el compromiso que adquieres con la hipoteca.

5. Ir a la universidad es una pérdida de tiempo

Otro de los consejos financieros más oídos hoy en día es que no merece la pena ir a la universidad, porque es muy cara y puedes obtener una formación similar (incluso más práctica) de otras formas más económicas.

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Es cierto que las cosas están cambiando muy rápido. Pero la realidad es que los graduados en la universidad tienen un nivel de ingresos promedio superior a los no graduados. Es un factor que continua pesando muchísimo en los procesos de selección, especialmente en los trabajos bien remunerados.

¿No debería ser así? Quizás no. Pero es lo que es.

La universidad te da acceso a más oportunidades profesionales, la capacidad para establecer una red de contactos amplia y hábitos de estudio y trabajo que pueden ser muy útiles a lo largo de una vida. No es una pérdida de tiempo en absoluto, si utilizas la experiencia bien.

Ahí tienes 5 consejos financieros que son, cuando menos cuestionables. ¡Dales bola, Moneytimer!

Si quieres acceder a contenidos similares, consulta nuestra sección #Estilodevida.

¿Quieres desarrollar una mentalidad financiera más útil para conseguir tus objetivos?

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