¿Cómo puedes medir tu salud financiera?

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El propósito principal de este blog es proporcionarte conocimientos, ideas y herramientas para que mejores tu salud financiera y disfrutes de mayor libertad y flexibilidad para hacer realidad tus objetivos vitales.

Esto está muy bien, pero tú podrías preguntarme lo siguiente: ¿Y cómo sé yo que estoy progresando adecuadamente?

Ésa sería una muy buena pregunta, porque sin métricas que midan tu salud financiera no podrías saber si lo estás haciendo bien, o no. Y necesitas esa información para tomar buenas decisiones.

En este post te voy a presentar algunas de esas métricas, para que no te falte de nada.

Vamos allá.

El patrimonio neto

El patrimonio neto se calcula sumando el valor de todos tus activos y restando las deudas. Es una de las métricas más importantes de salud financiera, porque mide el valor de «lo que realmente tienes».

salud financiera

Esto puede parecer muy simple, pero muchas personas no conocen la respuesta. Conviene que tengas una hoja excel actualizada que muestre cómo va evolucionando tu patrimonio neto año tras año.

A veces, el patrimonio neto es un cálculo extremadamente sencillo. Otras veces, es más complicado, especialmente si tienes muchos tipos de activos y deudas diferentes.

Sea como sea, si no sabes cuál es tu patrimonio neto, cómo va evolucionando y por qué, no tienes ni idea de cómo va tu salud financiera, aunque creas que sí.

Para determinar tu patrimonio neto, primero tienes que considerar el valor de tus activos, incluyendo:

  1. Activos líquidos (cuentas corrientes y efectivo) 
  2. El valor de mercado de los activos de inversión (acciones, fondos, depósitos, pagarés, etcétera)
  3. El valor de mercado de los activos de uso personal (vivienda, coche, joyas, colecciones, etcétera) 

Y después tienes que descontar las deudas, incluyendo:

  1. Deudas a corto plazo (pagos que debes realizar dentro del siguiente año)
  2. Deudas a largo plazo (pagos que debes realizar dentro de más de un año) 

Es importante que construyas tu cálculo de patrimonio neto clasificando activos y deudas de esta forma, porque con esas piezas puedes hacer diferentes cálculos que te darán información muy valiosa sobre tu salud financiera.

Veamos algunos ejemplos.

Grado de liquidez

La liquidez tiene dos componentes fundamentales que determinan la capacidad de convertir un activo en metálico: a) con rapidez; b) sin hacer concesiones en precio.

Una cuenta corriente es extremadamente líquida, porque sólo tienes que sacar el dinero cuando quieras. Un fondo de inversión es menos líquido, porque tardas 1-2 días en venderlo y puede que tengas que hacer alguna concesión de precio si el mercado baja. Y una vivienda es aún menos líquida, porque puedes tardar meses en venderla y no sabes con exactitud a qué precio podrás hacerlo.

En este artículo puedes encontrar más información sobre el grado de liquidez de los diferentes activos de inversión.

En este contexto, hay dos ratios que son muy útiles para medir el grado de liquidez de tu situación financiera: El ratio corriente y el ratio de fondo de emergencia.

1. El ratio corriente

El ratio corriente se calcula como Activos Líquidos dividido entre Deudas a corto plazo (definido como los pagos que tienes que realizar dentro de menos de un año).

Ratio corriente = Activos Líquidos / Deudas a CP.

El valor mínimo recomendado de este ratio está entre 1 y 2. Es decir, conviene que tengas una cantidad mínima de activos líquidos que sea igual o superior a tus deudas a corto plazo, para que no te veas obligado a vender activos de inversión o activos poco líquidos.

2. El ratio de fondo de emergencia

El ratio de fondo de emergencia se calcula como tus Activos Líquidos entre tus Gastos Mensuales no Discrecionales (es decir, los gastos que tienes sí o sí).

Ratio de fondo de emergencia = Activos Líquidos / Gastos Mensuales no Discrecionales.

El nivel de ratio de fondo de emergencia recomendado depende de tus circunstancias particulares, pero como normal general puedes mantener una cantidad equivalente a 3-6 meses de gastos. Si tienes personas que dependen de ti y/o un trabajo que no es muy estable, puede que te convenga tener un poco más de colchón, como por ejemplo 12 meses o incluso varios años.

Un concepto a tener en cuenta es que si una parte importante de tus gastos mensuales son caprichos que puedes eliminar o reducir sin demasiado esfuerzo, no necesitas incluirlos en el cálculo de tus gastos para determinar el ratio de fondo de emergencia. Es, en otras palabras, una métrica de «supervivencia» en caso de problemas.

Como ves, los ratios hacen referencia a tu capacidad para navegar compromisos de pagos de corto plazo, tanto si se ven venir como si se producen como consecuencia de algún imprevisto. Y es que un principio fundamental para construir riqueza a largo plazo es asegurarte de que eres capaz de superar los baches que se produzcan por el camino, sin que el tren se salga de las vías.

¡Dale bola, Moneytimer!

En la segunda parte de este post te presentaré algunas métricas adicionales que puedes añadir a tu arsenal para medir tu salud financiera.

Si quieres acceder a contenidos similares, consulta nuestra sección #Tudíaadía.

¿Quieres seguir aprendiendo a monitorizar tu salud financiera?

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