Los grandes enemigos de tu salud financiera: Inflación

Imagen: David Mark

Empezamos una serie de grandes enemigos de tu salud financiera. Esas cosas que no llaman demasiado tu atención pero que te acechan en la sombra y evitan que avances todo lo deprisa que podrías hacerlo. Te presento al primero de ellos: La inflación.

La inflación es uno de los factores que más afecta a nuestra salud financiera. Primero, porque es inevitable. Y segundo, porque apenas nos damos cuenta de su impacto. Es un enemigo muy sibilino.

¿Qué es la inflación?

Empecemos con un poco de teoría para poder enfocar mejor nuestras reflexiones. Será corto, te lo prometo.

La inflación es el aumento de los precios de los bienes y servicios de una economía durante un periodo de tiempo determinado. Se suele usar un año como periodo de referencia.

inflación
Imagen de Samuriah

La métrica más utilizada para medirla es el Índice de Precios del Consumo (IPC), que incluye un conjunto de bienes y servicios que adquirimos a diario. Se hace público cada mes y se expresa en un porcentaje que puede ser positivo (subida de precios) o negativo (bajada de precios).

Las instituciones que gestionan la economía, entre ellas el Banco Central Europeo (BCE), favorecen la estabilidad de precios a través de la política monetaria (básicamente, los tipos de interés y la cantidad de dinero existente en el sistema). Actualmente, su objetivo de inflación para la zona Euro está en torno al 2% anual.

Cuando la inflación está en estos niveles se considera moderada. Hay casos, sin embargo, donde la inflación se dispara y se producen aumentos de precio desorbitados, lo que provoca grandes desequilibrios en la economía de un país. Es el caso de Venezuela y Argentina, por ejemplo.

¿Cuáles son las causas de la inflación?

Vale, ya sabemos que el BCE tiene algo que ver en la inflación por sus políticas monetarias. Pero ¿qué otros factores tienen impacto sobre ella?

Hay muchos y algunos complejos, pero veamos los tres más importantes:

  • La demanda: Cuando la demanda de bienes y servicios supera la oferta, los precios suben. Imagina que hay un problema en la producción de electricidad y se genera menos cantidad de la habitual. En ese contexto, se produce un desequilibrio y los precios suben, porque no hay suficiente oferta para satisfacer la demanda.
  • Los costes: Cuando aumentan los costes de producción de las empresas, éstas tienden a repercutirlo a sus clientes aumentando los precios. Un ejemplo es lo que ha sucedido durante la crisis del Covid-19, que provocó roturas en las cadenas de suministro encareciendo el precio de algunas materias primas y otros componentes.
  • Las expectativas: Por ejemplo, si las empresas esperan una fuerte subida del precio del petróleo en los próximos meses, pueden decidir subir los precios al consumidor con antelación, para evitar una subida brusca que desincentive la demanda.

¿Cómo te afecta la inflación?

Bueno, aquí entramos ya en lo interesante del asunto.

Hay inflación, vale. Seguirá habiendo inflación, vale. ¿Y qué?

Te lo resumo de forma sencilla: En un periodo de tiempo corto, quizá nada importante. En un periodo de tiempo largo, una sangría.

Imagen de Foto-Rabe

Veamos algunas de sus implicaciones un poco más de cerca. En concreto, en los ingresos y los ahorros.

1. Ingresos

Si hay inflación, lo ideal sería que nuestros ingresos, sean el sueldo o la pensión, crezcan al mismo ritmo que el precio de las cosas que compramos. De esa forma podríamos compensar ese encarecimiento paulatino de los bienes y servicios, porque estaríamos ingresando más.

Pero esto no es lo que sucede, al menos en España. Hace años que los sueldos y pensiones no crecen al ritmo de la inflación. Y eso significa que nuestros ingresos pierden poder adquisitivo con el tiempo.

En otras palabras, nos estamos empobreciendo. Y cuanta mayor sea nuestra inflación personal (es decir, cuanto más crezcan los bienes y servicios concretos que nosotros consumimos habitualmente), más nos empobrecemos. Alimentación, educación o sanidad son algunas partidas cuyos precios están creciendo rápidamente y no parece que esa tendencia se vaya a revertir a corto plazo.

¿Qué puedes hacer para combatir esto?

Si eres pensionista no demasiado, porque está fuera de tu control.

Pero si trabajas, tienes opciones. Para compensar el efecto de la inflación deberás ingresar más, vía un aumento de sueldo o mediante la creación de fuentes de ingresos adicionales a tu trabajo habitual. Puedes leer sobre esto aquí y aquí.

2. Ahorros

Por si la pérdida de poder adquisitivo de tus ingresos no te ha dolido bastante, aquí viene un segundo impacto. Y éste sí que duele.

Digamos que después de años de trabajo duro, consigues ahorrar 10.000 euros y los dejas en tu cuenta corriente durante 20 años.

Pues bien, si la inflación media anual en ese periodo es del 3%, tu dinero tendría un valor real de 5.438 euros en el año 20.

Casi has perdido la mitad. Sin hacer nada.

La inflación te ha clavado sus dientes. Pero no te has dado cuenta, porque lo hace de forma muy suave y paulatina.

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Ahora imagina que inviertes ese dinero en un fondo de inversión durante 20 años y obtienes una rentabilidad media anual del 7%.

Asumiendo la misma inflación media anual del 3% que antes, tu dinero tendría un valor real de 21.911 euros.

Más del doble.

Sí, es cierto que el 7% de rentabilidad no está garantizado. No es seguro que lo obtengas. Pero la pérdida que provoca la inflación sí que lo es.

¿Prefieres una pérdida segura o una potencial ganancia?

Yo lo tengo claro. ¿Y tú?

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¿Quieres seguir aprendiendo a sortear los obstáculos que te separan de la salud financiera?

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