Fundamentos de Contabilidad: Balance de Situación

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Seguimos adentrándonos en el mundo de la contabilidad, ese mundo aparentemente tan tedioso que yo, con mi inigualable destreza, hago tan apasionante para ti. Hemos hablado ya de conceptos contables muy importantes, como el Principio del Devengo y la Cuenta de Pérdidas y Ganancias. Hoy vamos a hablar de otro elemento fundamental: El Balance de Situación.

Si bien la Cuenta de Pérdidas y Ganancias (PyG) nos daba información muy relevante sobre el resultado de una empresa durante un periodo determinado, el Balance de Situación nos da información sobre un momento puntual. En otras palabras, la Cuenta de PyG es como una película, mientras que el Balance de Situación es como una fotografía.

Veamos ahora qué información es ésa y para qué sirve.

¿Qué es el Balance de Situación?

El Balance de Situación es el reflejo de los bienes y derechos y las fuentes de financiación de una empresa en un momento determinado. Se divide en dos partes: Activo y Pasivo.

El Activo representa los bienes y derechos que posee una empresa en un momento concreto del tiempo. Se organiza en diferentes secciones en función de si son cosas que tienen vocación de permanecer en la empresa durante un plazo de tiempo corto o largo.

Balance de Situación
Imagen de Gerd Altmann

Por ejemplo, hay una sección del Activo que se denomina «Activo Corriente», que incluye aquellas partidas que suelen cambiar/rotar a corto plazo. Las más típicas son las siguientes:

  • El dinero en cuenta corriente
  • Las existencias (mercancías en el almacén, por ejemplo)
  • Los derechos de cobro a clientes (facturas que aún no han pagado)

Hay otra sección del Activo que se denomina «Activo No Corriente» y que incluye aquellas partidas que no suelen cambiar tanto, sino que tienen más vocación de permanencia. Por ejemplo:

  • Maquinaria
  • Edificios y terrenos
  • Patentes/propiedad intelectual
  • Participaciones estratégicas en otras empresas

Por otro lado, el Pasivo representa las fuentes de financiación con las que cuenta una empresa en un momento concreto. Se divide también en diferentes secciones en función de su grado de exigibilidad. En concreto, «Pasivo Exigible» y «Pasivo No Exigible».

El Pasivo Exigible representa las fuentes de financiación que implican una obligación de devolución por parte de la empresa, como por ejemplo:

  • Deuda bancaria
  • Deuda con hacienda
  • Facturas de proveedores

Y a su vez se divide en corto y largo plazo: Aquellas deudas en las que el plazo de la obligación de devolución es inferior a un año y aquellas deudas en las que el plazo es superior a un año.

Por otro lado, el Pasivo No Exigible representa aquellas fuentes de financiación en las que no existe obligación de devolución por parte de la empresa, como el capital aportado por los accionistas y los beneficios que la empresa ha acumulado a lo largo del tiempo.

¿Para qué sirve el Balance de Situación?

El Balance de Situación nos proporciona información muy valiosa sobre la situación financiera de una empresa. Uno de los ángulos más relevantes que nos permite evaluar es el riesgo.

Imagen de Gerd Altmann

Por ejemplo, imagina que el Pasivo Exigible a corto plazo de una empresa es significativamente mayor que su Activo Corriente.

¿Eso qué significa?

Significa que esa empresa está corriendo un riesgo de liquidez muy elevado, porque tiene obligaciones que tiene que cumplir a corto plazo que superan en importe los bienes y derechos que son monetizables a corto plazo. Y eso puede llevar a esa empresa a tener que tomar decisiones muy drásticas.

O por ejemplo, imagina que una empresa tiene una cantidad de deuda equivalente a 8 veces su beneficio operativo.

¿Eso qué significa?

Significa que esa empresa probablemente tiene una deuda excesiva en relación a su capacidad de generar resultados y flujo de caja. Y que debe tomar acciones correctoras.

O por ejemplo, imagina que el porcentaje de Pasivo Exigible sobre Pasivo Total no deja de aumentar año a año.

¿Eso qué significa?

Significa que la empresa se está endeudando a un ritmo mucho mayor que su ritmo de generación de beneficios. Y eso indica que quizá deba centrar su atención en optimizar el tiempo en el que cobra a sus clientes y el tiempo en el que paga a sus proveedores.

Como ves, el Balance de Situación proporciona una gran cantidad de información útil, si sabes como interpretarlo.

Veamos ahora cómo aplica todo esto a tu situación personal.

¿Cómo puedo aplicar todo esto a mis finanzas personales?

Todos nosotros tenemos un Balance de Situación. Tenemos un Activo (los bienes y derechos que poseemos) y tenemos un Pasivo Exigible (las deudas que tenemos).

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Dos ángulos interesantes que podemos evaluar en nuestro Balance de Situación son los siguientes:

  1. Si los bienes que tenemos son lo suficientemente líquidos (si los podemos convertir en metálico con rapidez y facilidad) para poder satisfacer nuestras deudas cuando haya que hacerlo
  2. Si nuestro patrimonio neto (Nuestro Activo – Nuestro Pasivo Exigible) va aumentando con el tiempo, o no.

Ahí tienes un par de aplicaciones interesantes del concepto de Balance de Situación. ¡Dales bola, Moneytimer!

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