Cómo ser financieramente indestructible

Imagen: Ben Kerck

En el mundo de las finanzas personales, la gran mayoría de la atención se concentra en el proceso de construcción de riqueza: Ahorro e inversión. Pero no se le da tanto bombo a la resiliencia financiera. O, en otras palabras, a cómo ser financieramente indestructible.

La idea de ser financieramente indestructible es muy poderosa, pero a menudo se reduce a un segundo plano. Nuestra motivación y nuestros objetivos en el plano financiero suelen ir por otros derroteros, incluso cuando hemos alcanzado una posición relativamente cómoda en lo que a nuestras finanzas y estilo de vida se refiere.

Veamos por qué.

La diferencia de prioridades en las distintas etapas

Cuando nos encontramos en las etapas tempranas del camino hacia la salud financiera, nuestra prioridad suele centrarse en hacer cábalas para ahorrar más e invertir en alternativas que nos proporcionen una rentabilidad elevada.

¿La razón? Queremos avanzar rápido y creemos que podemos permitirnos el lujo de correr riesgos altos, porque tenemos mucho tiempo por delante para enderezarnos si las cosas salen mal.

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Imagen de Greza

Éste es el enfoque que adoptan muchos jóvenes hoy en día. Toman el dinero del que disponen y lo invierten en criptomoneda y cosas por el estilo, porque quieren tener acceso a la posibilidad de dar un pelotazo y avanzar con rapidez hacia una situación financiera desahogada.

O bien deciden montar un negocio con el objetivo de enriquecerse rápidamente.

Esto no tiene nada de malo. Cuando eres joven tienes menos compromisos y mayor libertad de movimientos. Y en ese contexto, arriesgar puede ser una buena idea, siempre que calibres más o menos bien las consecuencias de que las cosas no vayan como esperas y tengas capacidad para asumirlas.

Por eso la prioridad de muchas personas en esta etapa es conseguir altas rentabilidades. Creen que hay mucho que ganar y poco que perder.

El problema viene cuando alcanzas una buena situación financiera en el contexto del estilo de vida que llevas, adquieres más compromisos que reducen tu flexibilidad y continúas funcionando con la misma perspectiva.

Digamos que vas avanzando en tu carrera profesional y a través del ahorro y la inversión construyes una buena salud financiera. Compras una casa con una hipoteca y tienes hijos. Tus gastos suben. En esas circunstancias, ¿tiene sentido seguir asumiendo mucho riesgo para intentar alcanzar rentabilidades muy elevadas con tus inversiones?

Probablemente no.

Probablemente lo que tiene más sentido es intentar hacerte financieramente indestructible. Es decir, reducir el riesgo de que tu vida financiera sufra más de lo estrictamente necesario si las cosas no suceden como tú esperas.

En una palabra, ser menos vulnerable a los acontecimientos.

Imagen de Alan Joyner

¿Y cómo puedes conseguir esto?

Hay varias cosas que puedes hacer. Veamos algunas de ellas.

Estrategias para ser financieramente indestructible

Si te interesa protegerte de las pérdidas más que maximizar tus ganancias, te sugiero que contemples cuatro estrategias.

1. Margen en tu estilo de vida

La primera idea es mantener siempre cierto margen en tu estilo de vida. Una de las dinámicas que nos predispone a asumir más riesgo del necesario es inflar nuestro estilo de vida a través de mayores comodidades y caprichos a medida que pasa el tiempo.

No te acostumbres a un estilo de vida inflado. Gasta sin culpa en las áreas que te hacen realmente feliz pero sé frugal en las demás, para poder mantenerte a flote sin demasiados problemas si el viento cambia de dirección.

2. Fuentes de ingresos alternativas

Si quieres aumentar tu resiliencia financiera con el tiempo, conviene que no dependas de una única fuente de ingresos y construyas otras fuentes alternativas.

Esas nuevas fuentes de ingresos pueden ser más o menos pasivas en función de lo que prefieras, pero si existen dotarán a tu vida de mayor estabilidad y te facilitarán las cosas cuando quieras plantearte nuevos objetivos.

3. Desarrollo profesional

Si continúas aprendiendo cosas nuevas que incrementan tu valor profesional en el sector en el que trabajas, más difícil será sustituirte, más fácil será que consigas acceso a promociones y aumentos de sueldo y más sencillo resultará que accedas a otras oportunidades profesionales que sean interesantes para ti.

En un mundo en constante cambio, no dejar de aprender es una de las claves para apuntalar tu capacidad de generación de ingresos y por tanto una de las fuentes de estabilidad financiera más importantes.

4. Alternativas de inversión probadas

La última gran idea para aumentar tu resiliencia financiera es ajustar tu estrategia de inversión y centrarla en alternativas que, a pesar de no ofrecer rentabilidades esperadas tan altas como otras, tienen una trayectoria histórica sólida de fiabilidad.

Ejemplos de este tipo de alternativas de inversión puede ser el mercado inmobiliario y los fondos de inversión.

Esto no significa que no debas hacer inversiones más «aventuradas», sino simplemente que éstas se mantengan en proporciones relativamente menores, para reducir el riesgo de pérdida del conjunto de tu patrimonio invertido.

Si combinas varias de estas estrategias, poco a poco te irás convirtiendo en alguien financieramente indestructible. Y eso tiene muchísimo valor, porque te permite vivir con la tranquilidad de que, pase lo que pase, estarás bien.

Casi nada, ¿verdad?

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