Cómo mejorar tu estado de ánimo (Parte 4): Significado vital

Imagen: Gerhard G.

En las partes anteriores de este post cubrimos algunas de las dimensiones clave para elevar el estado de ánimo en nuestro día a día de forma sostenible a través de una serie de prácticas: Cuerpo, mente y relaciones. En esta cuarta y ´última parte vamos a tratar otra importante dimensión: El significado vital.

Una de las grandes necesidades del ser humano es encontrar un sentido a su existencia. Viktor Frankl, neurólogo y psiquiatra austríaco, padre de la logoterapia y uno de los autores más reconocidos de la historia, argumentaba que no hay impulso más grande que la búsqueda de significado vital y no hay fuente de satisfacción más poderosa que encontrarlo.

Si no has leído su libro más famoso, El Hombre en Busca de Sentido, te recomiendo encarecidamente que lo hagas. Es uno de esos libros imprescindibles que nadie debe abandonar este mundo sin leer.

En este post analizamos esta dimensión de significado vital y lo relacionamos con la libertad financiera. Hoy vamos a profundizar en algunas prácticas que pueden servirnos a la hora de encontrar sentido a nuestra vida en el día a día.

Evidentemente, habrá algunas de ellas que casen mejor con tu personalidad, creencias y circunstancias particulares, y otras que lo hagan menos. Sin embargo, todas ellas son caminos que, adecuadamente explorados, pueden darnos mucha más satisfacción de lo que creemos desde la barrera.

Vamos allá.

1. Trabajo vocacional

La primera gran fuente de significado es un trabajo vocacional.

Muchos autores de gran calado argumentan que todos nosotros tenemos alguna ocupación que nos llama, aunque todavía no hayamos descubierto exactamente lo que es.

significado vital
Imagen de Milada Vigerova

Y es que lo que suele pasar a menudo es esto: No sabemos realmente lo que nos llama hasta que nos ponemos a hacerlo y lo comprobamos.

En otras palabras, es muy difícil saberlo desde el plano teórico. Algunas personas sienten con claridad en su interior qué es lo que de verdad quieren hacer, pero la inmensa mayoría no lo tienen nada claro. La inmensa mayoría encuentran un trabajo y continúan en él u otro similar para sufragar su estilo de vida, sin que necesariamente sea lo que les llama hacer.

Y el tiempo pasa. Pasa hasta que nos quedamos sin opciones de probar cosas nuevas. La inercia y el miedo a lo desconocido son fuerzas muy poderosas.

Encontrar un trabajo vocacional no es sencillo. Requiere valentía, paciencia, ensayo y error, incluso a veces sacrificar compensación económica y ajustar nuestro estilo de vida a la baja. Sin embargo, los que lo tienen son tajantes en su visión: Levantarse por la mañana para hacer lo que te gusta compensa con creces todo lo demás.

2. Afición de crecimiento

Otra gran fuente de significado vital es practicar una afición.

Pero no, no vale cualquier afición. Ver Netflix no pasa la criba.

Para que una afición tenga buenos visos de generar esa sensación de dar sentido a nuestras vidas que tanto buscamos, debe tener algunas características fundamentales, en línea con la Teoría del Flow o «experiencia ´óptima» del autor Mihaly Csikszentmihalyi:

En primer lugar, debe permitirnos crecer y mejorar. Si es algo que hacemos pero que no es capaz de producir la sensación de que estamos progresando, quizá nos haga sentirnos bien, pero no llegará a los niveles de satisfacción que buscamos.

En segundo lugar, y relacionado con el punto anterior, debe haber un reto que sea alcanzable en base a nuestras habilidades. No debe ser muy fácil, pero tampoco demasiado difícil. La sensación de superación de dificultades es clave para el sentido de la vida.

En tercer lugar, debemos tener cierta sensación de «control». Es decir, una relación directa en cómo hacemos las cosas y el resultado que obtenemos. Debe ser una actividad activa, no pasiva, en la que nuestras acciones producen un resultado.

En cuarto lugar, debe ser algo en lo que nos podemos concentrar plenamente y que cuando hacemos, nos sumergimos en ello completamente. Es como si perdiéramos, en cierto modo, la conciencia de nosotros mismos y nos identificáramos con la tarea en sí.

¿Qué me dices, Moneytimer? ¿Has encontrado alguna afición que cumpla estos requisitos?

Si es así, seguro que sabes de lo que hablo.

Y si no, ¡sigue buscando! Merece mucho la pena.

3. Ayudar a los demás

La tercera gran fuente de significado vital es ayudar a los demás.

Dar a los demás de forma desinteresada es una de las formas más poderosas que existen de sentir que nuestra vida tiene un propósito. Mejorar la vida de los demás de algún modo a través de nuestras propias acciones es, probablemente, el camino más rápido hacia ese objetivo, porque conecta directamente con la esencia del significado vital.

Imagen de Hans Braxmeier

Lo interesante de esta dimensión es que no es necesario dejarlo todo e irse a África a construir un colegio para niños discapacitados. Si eso es lo tuyo, adelante, colega. Pero no es necesario adoptar una postura tan radical. Se puede conseguir lo que buscas con las cosas que haces en tu entorno más cercano: Amigos, hijos, padres, comunidad. Las posibilidades son ilimitadas.

Es genial que sea tan sencillo, ¿verdad? Con un pequeño inconveniente: Como es sencillo, no tienes excusa para no hacerlo. Sorry.

Ahí tienes, 3 grandes formas de encontrar significado vital y que ello actúe como turbopropulsor de tu estado de ánimo en el día a día.

Si quieres acceder a contenidos similares, no olvides consultar nuestra sección #Tudíaadía.

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