Cuando llegan las navidades, a muchos de nosotros se nos va un poco la olla con los regalos. Funcionamos con esa percepción clásica en la que asociamos que el cariño expresado hacia la otra persona está directamente relacionado con el precio del regalo. Y por tanto nos vemos impulsados a gastar más dinero del que nos gustaría, por miedo a quedar mal o a que la otra persona piense que somos unos «cutres».
¿Quién no ha tenido esa sensación de haber encontrado un buen regalo para la persona en cuestión, pero ha acabado deshechándolo por miedo a que la otra persona piense que es muy barato?
Apuesto a que esto te suena. Es una situación muy común.
No debes caer en esto. Quemarías la cartera sin ninguna razón de peso.
Para empezar, no sabes lo que la otra persona va a pensar. Ese miedo está en tu cabeza y no tiene por qué materializarse, porque la inmensa mayoría de personas agradecen un regalo que se ha hecho con cariño, sea cual sea.
Además, hay algo que puedes utilizar con cualquier regalo que hagas y que rara vez falla. Y por si eso fuera poco, no te costará ni un euro.
Veamos qué es.
Las dos grandes claves de un regalo
Hay dos cosas principales que las personas valoran a la hora de recibir un regalo:
- Utilidad: Que sea algo que la persona en cuestión use regularmente y le resulte útil
- Emoción: Que sea algo que le toque la fibra de su corazoncito
¿El regalo ideal?
El que combina ambas.
Pero eso es muy difícil de conseguir, me dirás.
Bueno, quizá no lo sea tanto. Tengo un truco en la chistera que te voy a presentar a continuación.
El truco de escribir
El truco para combinar utilidad y emoción es muy sencillo: Busca un regalo medianamente útil para la persona en cuestión y escribe una carta donde plasmas con un poco de detalle por qué le tienes cariño.
Fin.
Ese tipo de cartas tienen un impacto emocional mucho mayor de lo que podemos pensar. Y la razón es ésta: No se hacen.
Las personas no están acostumbradas a que un amigo o un familiar les diga explícitamente que les quiere y por qué. Triste o no, es lo que hay.
Cuando esto sucede, es raro. Tan raro que las personas lo recuerdan durante mucho, mucho tiempo, aunque el regalo en sí no sea, en sí mismo, el mejor del mundo.
Escribir algo de este estilo sólamente te llevará unos minutos. Es totalmente gratis. Sólo necesitas unas gotas de valentía para expresar que aprecias a la otra persona. Algo que vaya un poco más allá de las dos frases habituales y que le deje con la sensación de que eres alguien al que merece la pena tener cerca.
Haz esto y verás cómo tu regalo, milagrosamente, es perfecto. Gastes el dinero que gastes.
¡Dale bola, Moneytimer!
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Moni 
