Cómo mejorar tu estado de ánimo (Parte 3): Relaciones

Imagen: Dim Hou

Como recordarás, en la primera parte de este post hicimos hincapié en la dimensión corporal como vía de acceso a un mejor estado de ánimo a través de diversas prácticas y hábitos. En la segunda parte nos centramos en la dimensión de la mente. En esta tercera parte vamos a centrarnos en una nueva dimensión: Las relaciones.

Las relaciones son uno de los grandes pilares de nuestro estado de ánimo. Cultivar unas relaciones adecuadas, con las personas adecuadas, o no hacerlo, marca una enorme diferencia en cómo nos sentimos en el día a día. Somos animales sociales y tenemos una profunda necesidad de estar conectados a los demás.

Sin embargo, esto no es tan sencillo. Muchas personas permanecen estancadas en relaciones de baja calidad y no saben muy bien cómo enderezarlas o cómo evolucionar hacia otras más sanas y satisfactorias.

Voy a sugerirte algunas ideas para mejorar esta situación. ¡Toma nota!

1. Elevar el nivel de tu entorno cercano

Es habitual permanecer en contacto estrecho con personas que están en un nivel de felicidad parecido o inferior al nuestro, porque no representan un reto y evitan que nos sintamos amenazados. Sin embargo, eso puede llevarnos al conformismo y a la ausencia de catalizadores para crecer y mejorar.

relaciones
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Se dice que «somos el promedio de las cinco personas con las que más tiempo pasamos». Tiene su parte de verdad. Por eso tienes que vigilar muy mucho con quién compartes más tiempo. ¿Son personas que te estimulan a crecer, a descubrir, a mejorar, o son personas que no te motivan a hacer nada que te ayude a sentirte mejor de forma sana y sostenible? ¿Son personas optimistas o pesimistas? ¿Son personas que se alegran por ti cuando consigues algo o que se sienten amenazadas?

Es clave que te rodees de personas que tengan una mentalidad de crecimiento, de abundancia, de descubrimiento. Personas que te ayuden a emprender proyectos que conecten con tu verdadera naturaleza. Personas que te apoyen. Personas de las que puedas aprender.

Y no, no es necesario dejar de prestar atención a las personas de tu entorno que no son así. Pero es una cuestión de equilibrio. Recuerda que debes vigilar muy mucho lo que entra en tu mente.

2. Dar más de lo que se espera recibir

Uno de los grandes bloqueos a la calidad de las relaciones es que a veces tendemos a dar en línea con lo que recibimos. Es como si tuviéramos una especie de balanza en nuestra mente que nos frena a dar cuando percibimos que la otra persona no ha hecho lo propio.

Esto no parece ninguna locura. El problema es que la otra persona suele tener la misma balanza en su cabeza. Y eso a veces provoca que las relaciones se estanquen y permanezcan a un nivel de calidad mucho menor que su potencial.

¿El antídoto? Intenta dar sin pensar en lo que se te debe. Simplemente porque crees que la otra persona lo merece. O simplemente porque, egoístamente, quieres sentirte mejor. Porque está muy comprobado a través de múltiples investigaciones que hacer algo por los demás de forma desinteresada, incluso cuando son desconocidos, nos hace sentirnos bien como pocas cosas pueden hacerlo.

3. Mostrarte vulnerable

Otro de los grandes obstáculos a conseguir conectar con los demás con cierta profundidad es que vivimos en una sociedad que incentiva la expresión de lo perfectos que somos y lo perfecta que es nuestra vida a través de todos los canales posibles.

Sea en las redes sociales o cara a cara, tendemos a ponernos una máscara de felicidad delante de los demás, como si expresar algún tipo de vulnerabilidad fuera un pecado mortal, merecedor de que se nos queme en la hoguera como herejes de la Edad Media.

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Sin embargo, las investigaciones al respecto revelan exactamente lo contrario. Lo que sucede con muchísima mayor frecuencia es que conectamos mucho más con los demás cuando nos mostramos vulnerables. Por la sencilla razón de que la otra persona empatiza con nosotros y percibe que somos realmente sinceros, lo cual estimula la conexión.

No, un poco de vulnerabilidad no nos vendría nada mal.

Ahí tienes, 3 grandes prácticas para mejorar la calidad de tus relaciones y su impacto en tu estado de ánimo.

Si quieres acceder a contenidos similares, consulta nuestra sección #Tudíaadía.

¿Quieres seguir aprendiendo prácticas para sentirte mejor en el día a día?

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