¿Cómo puedes medir tu salud financiera? (Parte 2)

Imagen: Pixabay

En la primera parte de este post te presenté algunas métricas que resultan muy útiles a la hora de evaluar tu salud financiera. En esta segunda parte vamos a añadir algunas otras para completar la foto.

En concreto, vamos a hablar de cómo puedes saber si el nivel de deuda que tienes en tu vida es razonable y de la tasa de ahorro, la métrica que más impacto tiene en tu salud financiera.

Nivel de deuda

Es difícil encontrar a alguien de mediana edad que no tenga deuda en los tiempos que corren. En la actualidad vivimos en un entorno que estimula las tentaciones de consumo y al mismo tiempo disfrutamos de una facilidad de acceso al crédito como nunca hemos visto antes.

Ya no sólo son los bancos, sino que tenemos a nuestro alrededor muchos otros proveedores de financiación que ponen dinero a nuestro disposición con sólo un click.

salud financiera

En estas circunstancias, resulta particularmente importante monitorizar que la cantidad de deuda que tenemos se encuentra dentro de unos límites aceptables. Y para ello, podemos utilizar algunas métricas que pueden ayudarnos a realizar el diagnóstico y, si procede, tomar acciones correctoras.

Ratio deuda/activos

Un ratio interesante que monitorizar el es ratio deuda/activos. En otras palabras, cuánto debes en relación a cuánto tienes.

¿Hay un nivel recomendado de este ratio? La verdad es que no hay ninguno que aplique a todas las circunstancias. Lo que importa es la tendencia: A lo largo del tiempo, si ese ratio sigue una trayectoria descendente, eso significa que el valor de tus activos en relación a tu deuda está creciendo, y por tanto, en teoría, que tienes más capacidad de devolver esa deuda.

Lo ideal es llevar a cabo acciones que mejoren ambos componentes del ratio: Dedicar una parte de tus ingresos a reducir deuda e invertir otra parte de tus ingresos para aumentar el valor de tus activos.

Ratio de cobertura de deuda

Así como el ratio deuda/activos se centra en el valor relativo de lo que tienes con respecto a lo que debes, el ratio de cobertura de deuda se centra en el cash flow recurrente. En otras palabras, en que tus ingresos sean suficientes como para que puedas hacer frente a los pagos que debes realizar a corto plazo.

Se calcula de la siguiente forma: Ingresos anuales después de impuestos / pagos anuales que debes realizar en tus deudas (como hipotecas, préstamos de financiación de vehículos, préstamos al consumo, etcétera).

Se suele considerar que un nivel por debajo de 2,5 es peligroso, porque si tus ingresos sufren algún altibajo podrías tener problemas para hacer frente a tus pagos de deuda.

Pagos mensuales de deuda entre ingresos brutos mensuales

Este ratio es una de las métricas que los prestamistas tienen en cuenta para determinar cuánto dinero te pueden prestar como máximo. Se suele definir como «tasa de esfuerzo» y la referencia es que no exceda el 30-35% (es decir, que no tengas que destinar más del 30-35% de tus ingresos brutos a pagos de deuda).

Has de tener presente que cuanto mayor sea tu tasa de esfuerzo y mayor parte de tus ingresos debas destinar a pagos de deuda, menor capacidad de ahorro e inversión tendrás, con lo que debes tener cuidado.

Por otro lado, hay ocasiones en las que las condiciones de mercado son especialmente atractivas para obtener financiación. Por ejemplo, en los últimos meses hemos visto que los bancos ofrecían términos muy favorables en hipotecas a tipo fijo (aunque esta tendencia está revirtiendo). En esas situaciones, quizá te convenga apurar un poco y aprovecharte de esas oportunidades de financiarte a bajo coste, especialmente si es para invertir.

Tasa de ahorro

La tasa de ahorro es la métrica más importante de salud financiera.

Se suele definir como Ahorros anuales / Ingresos brutos anuales.

La recomendación más conocida es tener una tasa de ahorro de al menos el 10%. Con eso puedes empezar a construir un fondo de emergencia y también invertir para acumular riqueza.

Cuanto más alta sea tu tasa de ahorro, más rápido avanzarás hacia la libertad financiera. Pero no te pases de frenada, porque si renuncias a demasiadas cosas para ahorrar más, puede que no disfrutes del trayecto.

La clave está en el equilibrio. Y para conseguir un buen equilibrio debes mantener tus gastos estructurales (vivienda, deuda, etcétera) en niveles razonables (porque si no tu capacidad de ahorro se esfumará) y conservar algunos caprichos en aquellas áreas que te proporcionan más satisfacción.

Progreso hacia la libertad financiera

La última métrica que conviene que tengas en tu arsenal es la que hace referencia a tu progreso hacia la libertad financiera. Y esa métrica es ésta:

Inversiones y ahorros / gastos anuales.

Este ratio te dice cuántos años tus inversiones y ahorros te permitirían vivir con el estilo de vida actual sin tener que generar ingresos. En otras palabras, es un indicador de cuánto tiempo de «libertad» dispones para hacer lo que te plazca, asumiendo que eso que tanto te place no te permite generar ingresos.

La comunidad de libertad financiera sostiene que cuando llegues a un nivel de ratio de 25-30 veces, probablemente puedes considerarte «libre» para el resto de tu vida, si consigues generar una rentabilidad razonable en esas inversiones que posees. No es una medida infalible, pero está fundamentada en estudios sólidos.

Ahí tienes un arsenal de métricas para monitorizar tu salud financiera. ¡Dales bola, Moneytimer!

Si quieres acceder a contenidos similares, consulta nuestra sección #Tudíaadía.

¿Quieres seguir aprendiendo a monitorizar tu salud financiera?

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