¿Son las caídas de bolsa tan malas como parecen?

Imagen: Pixabay

Estos días estamos viviendo fuertes caídas en los precios de las acciones en bolsa. Y salvo que seas un inversor veterano, esto puede resultar desconcertante. Entre otras cosas, porque es una sensación poco habitual después de un periodo tan largo de mercado alcista.

Sí, es cierto que la bolsa cayó también durante la aparición del Covid-19, pero apenas nos dimos cuenta de ello. En primer lugar, porque la atención estaba puesta en intentar entender la gravedad de la situación desde un punto de vista sanitario. Y, en segundo lugar, porque el mercado se recuperó rápidamente y apenas nos dio tiempo a decidir nada.

Sin embargo, las caídas actuales se aprecian de forma mucho más nítida. Están en las noticias continuamente. Y parte del nerviosismo inversor está originado por la incentidumbre sobre la efectividad de la estrategia de los bancos centrales para combatir la inflación y los problemas continuados de suministro. Ambas cosas que no parece que vayan a desaparecer de la noche a la mañana.

De hecho, muchas voces dicen que el mercado va a caer durante algún tiempo y que quizá incluso entremos en una recesión económica.

caídas

Pero también oímos otras voces que dicen que es un gran momento para comprar acciones. Un gran momento para, lejos de vender, seguir invirtiendo a pesar de las caídas.

¿Qué sentido tiene esto? Cuando la bolsa cae, mis inversiones valen menos. ¿Por qué sería esto «algo bueno»? Si estoy invertido, a mí me interesa que la bolsa suba siempre, ¡no que caiga!

Veámoslo.

La caídas de bolsa

A la hora de valorar estos temas, hay varias cosas que es importante no perder de vista con respecto a las caídas de bolsa.

En primer lugar, son inevitables.

La bolsa refleja las valoraciones del mercado de las empresas. Es decir, las expectativas de los inversores sobre cómo de bien les irá a esas empresas en el futuro. Y hay veces que la economía va bien, sin nada grave sobre lo que preocuparse, lo que conduce a un mayor optimismo y a que esas expectativas sean buenas , y hay veces que las cosas se tuercen y sucede lo contrario.

Pero… ¿no podría ir bien siempre?

Pues no.

Los seres humanos somos… eso, humanos. Cuando las cosas van bien durante mucho tiempo, nos relajamos. Bajamos la guardia. Empezamos a hacer las cosas peor y a correr riesgos innecesarios, porque creemos que tenemos todo controlado y no tenemos que tener tanto cuidado. Y ahí es cuando el mundo nos da en los morros.

O simplemente las cosas pasan, sin más.

Así que no, las cosas no pueden ir bien siempre.

En segundo lugar, las caídas en bolsa son muy difíciles de predecir. Nadie sabe exactamente cuándo se producirán y cómo de graves serán.

Por ejemplo, en la crisis financiera de 2007, la bolsa de EEUU cayó un 52% desde el pico, y la caída duró 14 meses.

En la segunda fase de esa crisis, en 2009, la bolsa cayó un 28% y la caída duró 2 meses.

En la crisis del Covid-19, la bolsa cayó un 34% y la caída duró 1 mes.

Y ahora, la bolsa ha caído aproximadamente un 20% y la caída durará… ¿quién sabe? Yo no. ¿Y tú?

En tercer lugar, la bolsa siempre se ha recuperado de las caídas.

Pues sí, siempre.

¿Por qué?

Porque el ser humano tiene la curiosa manía de arreglar las cosas cuando se tuercen. Puede tardar más o menos y hacer mejor o peor trabajo, pero acaba enderezando la situación. Y en ese proceso, los inversores se vuelven un poco menos pesimistas y las valoraciones en bolsa lo reflejan.

Esto puede parecer muy simplista, pero es exactamente lo que ha sucedido, una y otra vez, a pesar de la gravedad de algunos eventos, como por ejemplo las guerras mundiales, el crack del 29 o incluso la gran crisis financiera de 2007. Cosas que parecían el fin del mundo financiero en el momento, pero que el ser humano terminó enderezando.

¿Son las caídas tan malas como parecen?

En este contexto, si las caídas en bolsa son inevitables, impredecibles y siempre han acabado recuperándose, ¿son tan malas como parecen?

Quizás no.

Para empezar, si esto se sigue cumpliendo, lo único que necesitas es paciencia. Si la historia se repite, podrás atravesar la caída y recuperarte.

En segundo lugar, si tienes dinero disponible, puedes beneficiarte de esa caída y comprar más barato. Lo cual implica que te beneficiarías de la recuperación cuando se produzca.

Imagen de Daniel Buchner

Vaya, esto no parece tan malo. De hecho, parece algo bueno. Y lo es. El problema es que el pesimismo se apodera de nosotros durante las caídas, porque tenemos aversión a la pérdida y no nos gusta ver que nuestras inversiones pierden valor. Pero si adoptas la perspectiva adecuada sobre las caídas, comprobarás que no lo llevas tan mal, porque esas pérdidas son inevitables y temporales. Incluso puede que te aproveches de ellas.

Ahora bien, recuerda que para que las caídas no tengan un impacto negativo permanente en tu bolsillo, debes poder aguantar lo suficiente sin vender tus inversiones hasta que el mercado se recupere. Y para eso tienes que hacer cosas como éstas.

¡Dale bola, Moneytimer!

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