Conceptos de inversión: El plan de negocio

Imagen: Skitter Photo

Uno de los elementos más importantes a la hora de evaluar una potencial inversión es el plan de negocio. Tanto si estás considerando invertir en un negocio de otra persona como si estás considerando montarlo tú mismo.

En este post vamos a presentar los principales factores a tener en cuenta cuando elaboramos (o evaluamos) un plan de negocio.

Vamos allá.

¿Qué es el plan de negocio?

El plan de negocio es, en su máxima esencia, la forma concreta en la que los responsables de un proyecto o negocio van a conseguir sus objetivos.

En otras palabras, para realizar un plan de negocio es necesario marcarse unos objetivos en base a unas métricas de éxito (las que sean, dependiendo del proyecto o negocio concreto y las ambiciones de los gestores y accionistas) y definir de forma específica cómo vamos a llegar a ellos y en cuánto tiempo.

plan de negocio

Dedicar tiempo a la elaboración del plan de negocio es un ejercicio muy instructivo, porque nos obliga a reflexionar sobre dónde queremos ir, cuál es la mejor forma de llegar allí y qué recursos vamos a necesitar para ello.

Y esta dinámica de reflexión abre varias puertas en nuestro proceso mental:

  1. Enfoque filosófico: ¿Qué tipo de visión u objetivos representan realmente el éxito para mí? ¿Hay algunos más importantes que otros? ¿Hay una secuencia lógica entre ellos?
  2. Enfoque estratégico: ¿Qué voy a hacer diferente a otros negocios o proyectos que persiguen objetivos similares? ¿Cómo voy a avanzar más rápido o de forma más sólida?
  3. Enfoque táctico: ¿Qué acciones debo llevar a cabo en el corto plazo para empezar a avanzar hacia esos objetivos? ¿Por qué unas acciones y no otras?
  4. Enfoque de recursos: ¿Cuánto dinero necesito para llevar a cabo esas acciones? ¿Qué talento profesional es necesario atraer al proyecto para poder ejecutar todo lo que tengo en mente?
  5. Enfoque de monitorización: ¿Cómo voy a medir si los resultados que voy obteniendo por el camino son satisfactorios o no?
  6. Enfoque de rentabilidad-riesgo: ¿Representan los resultados que espero obtener una rentabilidad suficiente sobre los recursos invertidos para poner en marcha y ejecutar el proyecto, en el contexto del riesgo que implica llevarlo a cabo?

Como ves, el plan de negocio nos obliga a hacer un análisis de alto nivel y a intentar hacernos conscientes de todas las variables importantes a tener en cuenta antes de abordar una inversión o montar un negocio. Y a menudo nos abre los ojos con respecto a una gran cantidad de cosas que no habíamos considerado hasta que nos sentamos y hacemos el ejercicio en serio.

Las proyecciones financieras del plan de negocio

Una vez que hemos reflexionado sobre todo esto y tenemos una visión clara de hacia dónde queremos ir y cómo hacerlo, es hora de plasmarlo en números. Y para ello hemos de construir unas proyecciones financieras.

Imagen de Geralt

Sistemas para desarrollar proyecciones financieras hay muchos. Pero sea cual sea el tuyo, hay varias cosas que tus proyecciones deben incluir:

  1. Ventas: Cómo esperas que evolucionen las ventas del negocio, en unidades y precio.
  2. Costes operativos: Cómo esperas que evolucionen los costes no financieros (es decir, los costes ligados a la gestión del negocio, excluyendo gastos de intereses e impuestos): Coste de compras, personal, marketing, estructura, etcétera, etcétera.
  3. Inversiones: Cómo esperas que evolucione la necesidad de invertir recursos en el negocio para que éste genere las ventas que esperas
  4. Flujo de caja: Cómo esperas que evolucione la generación de caja (cash-flow) del negocio

Puedes hacerlo todo lo detallado que quieras, pero si tus proyecciones financieras incluyen como mínimo estos epígrafes, tendrás una buena visión de la salud financiera esperada del negocio y podrás tomar decisiones para optimizar las cosas.

¿Como cuáles, por ejemplo?

Lo vemos a continuación.

Utilidad práctica del plan de negocio

El plan de negocio y sus proyecciones financieras representan una herramienta muy útil para tomar decisiones. No sólamente para los gestores del negocio, sino también para los inversores.

Por ejemplo, imagina que las ventas en los primeros dos años evolucionan por debajo de lo que tú proyectabas en tu plan de negocio. Eso es una señal de que debes profundizar y entender dónde te has equivocado en tus estimaciones.

Puede ser un problema del producto o servicio en sí, puede que estés centrándote en el segmento de mercado equivocado, puede ser un problema de precio, un problema de marketing, un problema de competencia de la fuerza de ventas, un problema de haber subestimado a tus competidores, etcétera, etcétera.

Dependiendo de cuál sea el diagnóstico que explica la desviación, la acción correctora será una u otra.

Imagen de María Domnina

O imagina que ves que tus ventas están en línea con lo esperado y generas beneficios, pero el negocio no genera flujo de caja positivo y necesita financiación constantemente. Eso es algo en lo que debes profundizar y corregir, porque no es una situación sostenible.

Puede que estés invirtiendo demasiado, o que cobres a tus clientes demasiado tarde, o que pagues a tus proveedores demasiado pronto.

O imagina que eres un inversor que está pensando en invertir en el negocio. Con las proyecciones financieras del plan de negocio puedes calcular tu rentabilidad esperada y comprobar si cumple tu mínimo exigido.

Como ves, el plan de negocio es una herramienta extremadamente útil para tomar decisiones desde muchos ángulos diferentes.

¡Dale bola, Moneytimer!

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