Como sin duda te has dado cuenta, la bolsa (o renta variable) sufre fluctuaciones a menudo. Un día sube, otro día baja. A veces sube durante muchas semanas seguidas, a veces hace lo contrario.
La pregunta es: ¿Cómo deberíamos interpretar estas fluctuaciones? ¿Son un signo de que debemos salir corriendo? ¿O de que debemos estar tranquilos? ¿O ni lo uno ni lo otro?
Ésta es una pregunta extremadamente importante, porque la renta variable es una de las alternativas de inversión más importantes que tenemos. Es un mercado con muchos años de funcionamiento, en el que participan millones de inversores, y que no podemos ignorar si queremos mejorar nuestra salud financiera.
Así que vamos a explicar esto con una parábola. Ya sabes, una historia de ésas con moraleja.
El paseo del hombre y el perro
Había una vez un hombre y un perro. Un día, ambos fueron a dar el paseo por el parque. Salieron del mismo sitio a la vez y llegaron a la vez, pero durante el camino el perro se desvió y siguió un trayecto distinto al del hombre.
El hombre siguió un camino racional y lógico. Anduvo en línea relativamente recta, con el objetivo de llegar a su destino de la forma más eficiente. El perro, sin embargo, estaba tan excitado de estar suelto que corrió en todas direcciones, primero alrededor del hombre, después se alejó persiguiendo pájaros, después volvió, después se alejó de nuevo. Pero eventualmente, se quedó al lado del hombre y llegaron juntos a su destino.
En esta parábola, el hombre representa los fundamentales del mercado de renta variable y el perro representa los precios.
Los fundamentales reflejan el auténtico estado de las empresas y la economía: Una situación que década tras década es cada vez más sólida y en la que la creatividad, la innovación y el progreso tecnológico siguen generando mayor nivel de vida para la población mundial.
Los precios, sin embargo, reflejan las reacciones cortoplacistas y emocionales de los inversores. Un día se sienten eufóricos y compran, otro día se sienten pesimistas y venden. Los precios reflejan esas decisiones erráticas y cambiantes. Y los medios de comunicación centran toda su atención en ellas, generando la sensación de que la inversión en bolsa es un juego impredecible y de muy alto riesgo.
Pero no, no es así. Porque lo que de verdad importa son los fundamentales. Si los fundamentales van bien, el precio eventualmente reflejará la realidad. El perro se acabará reuniendo con el hombre. Pero tenemos que darle tiempo, porque el perro es muy caprichoso y se distrae con facilidad.
Por eso es tan importante que, si invertimos en bolsa, lo hagamos con una perspectiva de largo plazo.
Una forma muy intuitiva de calibrar los fundamentales del mercado de renta variable es la evolución de los dividendos de las empresas. Si las empresas consideran que las cosas van bien, suelen decidir retribuir a sus accionistas distribuyendo dividendos. Si por el contrario consideran que no van tan bien, suelen decidir reducir o cancelar los dividendos y preservar liquidez para los momentos malos.
Pues bien, aquí tienes la evolución de los dividendos de las empresas que están en el índice S&P 500 (las más grandes de EEUU) en comparación con la evolución de dicho índice (es decir, los precios de las acciones) en los últimos 10 años:
Como ves, los fundamentales (los dividendos) son estables y con crecimiento continuado. Sin embargo, el precio es volátil. Eventualmente se unen, pero en el periodo intermedio el precio va en todas direcciones. El hombre y el perro.
La moraleja de esta historia es la siguiente: A pesar de que todo el ruido y la atención mediática se centran en las fluctuaciones de la bolsa a corto plazo, si queremos adoptar una buena perspectiva a la hora de invertir en renta variable debemos hacer “zoom”. Debemos elevar nuestra visión y no perder de vista los fundamentales, sea cual sea el comportamiento de los precios.
En otras palabras, debemos tener fe en que, eventualmente, el perro se unirá al hombre. Como siempre lo ha hecho, si le damos suficiente tiempo.
Ahí tienes, ésa es la forma más útil de enfocar las fluctuaciones del mercado. ¡Ahora a practicar, Moneytimer!
Y ya sabes, si quieres seguir aumentando tu destreza inversora para mejorar tu salud financiera, consulta nuestra sección Dinero, ¡a trabajar!
Moni 
