¿Qué son los productos estructurados?

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Si hablas de vez en cuando con tu banco, es posible que alguna vez te hayan mencionado el término «productos estructurados» y te hayan dicho que puede ser una buena alternativa de inversión.

Y también es posible que no te haya quedado del todo claro, porque es un tema que tiene su miga y no todo el mundo lo explica de forma que los mortales lo entendamos.

Así que hoy vamos a acercarnos un poco a ese mundo, ¿te parece?

¿Qué son los productos estructurados?

Los productos estructurados ganaron especial atención hace unos años, pero son quizás los grandes desconocidos dentro del rango de productos financieros que las entidades bancarias ofrecen.

Los productos estructurados son un tipo de instrumentos financieros que te permiten beneficiarte del movimiento de los precios de determinadas cosas, denominadas «activos subyacentes».

productos estructurados
Imagen de Paul B.

Imaginate que compras un producto estructurado con el trigo como activo subyacente. Si el precio del trigo se mueve en cierta dirección, ganas dinero. Si se mueve en la dirección contraria, lo pierdes.

Básicamente, ésa es su esencia.

¿Y cuáles pueden ser los activos subyacentes en un producto estructurado?

Pues cosas de todo tipo: Acciones individuales, índices de bolsa, materias primas, tipos de interés, divisas, etcétera, etcétera. La industria financiera será lo que sea, pero creatividad tiene y mucha.

¿Para qué los quiero?

Podemos utilizar los productos estructurados para beneficiarnos de un aumento o de una caída en un activo subyacente. Si creo que el precio del activo subyacente va a subir, puedo comprar lo que se conoce como un producto «en largo». Y a la inversa, si creo que el precio va a bajar, puedo comprar lo que se conoce como un producto «en corto».

El mecanismo que los productos estructurados usan para conseguir esa relación de su precio con el precio del activo subyacente son los derivados financieros. El derivado financiero está referenciado al activo subyacente a un plazo fijado de antemano. Y la evolución del activo subyacente durante ese plazo condiciona la rentabilidad de tu inversión en el producto estructurado.

Muchos productos estructurados tienen «apalancamiento» incorporado. Es decir, tienen un tramo de deuda que multiplica los efectos de la subida o bajada de precio del activo subyacente. La descripción del producto suele reflejar en qué el porcentaje se moverá su valor si el activo subyacente se mueve un 1%. Por ejemplo, un nivel de apalancamiento de 3 significa que, si el precio del subyacente se mueve un 1%, el producto se moverá un 3%.

Sí, es droga dura. Pero te permite exponerte a la posibilidad de obtener grandes ganancias con una inversión relativamente pequeña. Y por eso algunos inversores se ven atraídos hacia ellos.

Tipos de productos estructurados

Los productos estructurados se pueden clasificar en base a diferentes criterios. Uno de ellos es su nivel de riesgo:

  • Con garantía de capital a vencimiento: Los productos estructurados que devuelven el 100% del capital invertido a vencimiento.
  • Con riesgo: Los que no tienen garantía de capital a vencimiento y cuya devolución viene condicionada por la evolución del activo subyacente.

Otro criterio para clasificarlos es el formato en el que se emiten. En este caso, tendríamos diferentes tipos:

  • Depósitos estructurados: con garantía de capital a vencimiento
  • Fondos: con o sin garantía de capital a vencimiento
  • Notas o Bonos estructurados: con o sin garantía de capital a vencimiento
  • Contratos Financieros: con riesgo de capital a vencimiento

¿Qué debo tener en cuenta a la hora de contratarlos?

Los productos estructurados ofrecen una gran variedad de alternativas de inversión, no solo en función de su naturaleza sino en función de los activos en los que invierten. Son productos muy flexibles que nos permiten el acceso a activos muy diferentes y sin necesidad de contar con un importe de capital elevado para poder hacerlo.

¿Quieres exposición al petróleo? ¿Al cobre? ¿Al yen? ¿A que la acción de una compañía suba más que otra? Hay un producto estructurado para ti.

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Sin embargo, es importante que tengas en cuenta que son productos complejos, cuyos riesgos pueden ser difíciles de comprender. En particular, el funcionamiento de los derivados que contienen es algo que no se encuentra al alcance de personas sin formación especializada. En otras palabras, sabrás a grandes rasgos por qué se mueve, pero no exactamente cómo lo hace.

Otro aspecto importante es que tienen escasa liquidez, porque no cuentan con mercados secundarios para su venta. Si quieres deshacer tu inversión, no es tan sencillo como vender una acción de Telefónica o un fondo de inversión diversificado.

Finalmente, no son productos baratos de contratar. El banco suele cobrar jugosas comisiones por ellos, ya que no son sencillos de estructurar y monitorizar.

Si quieres mi opinión, está bien considerarlos como otra opción dentro del abanico y para permitirte ganar exposición a activos subyacentes muy concretos, pero sé prudente a la hora de utilizarlos. No son productos obvios en absoluto.

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