Qué priorizar en el camino a la libertad financiera

Imagen: Pixabay

Mucho hemos hablado en este blog sobre la libertad financiera. Si has leído algunos de estos artículos, sabrás que es un objetivo que considero que merece mucho la pena, por la flexibilidad vital que conlleva y las posibilidades que ofrece para conquistar la felicidad.

El dinero no compra la felicidad, ¿recuerdas? Una de esas frases que se han convertido en clichés.

Pero sí, sí que puedes «comprarla». Aunque no tanto con el dinero en sí mismo, sino con la libertad que éste te da. O al menos, ejercitando esa libertad de formas que conecten con lo que de verdad quieres hacer en tu vida.

El asunto es que para avanzar hacia la libertad financiera tenemos que ahorrar. Por definición, eso implica que nos tenemos que privar de algunas cosas. Y privarnos de algunas cosas implica que tenemos que sacrificar felicidad en el presente.

libertad

Así que nos encontramos en una interesante dicotomía. Si mi objetivo es conquistar la libertad financiera y no tener que verme obligado a trabajar por dinero, ¿qué debo priorizar en mi camino hacia ella? ¿Avanzar rápido (lo que significa que tendré que sacrificar más placeres en el presente), o mantener un nivel mayor de felicidad presente (lo que significa que tendré que avanzar más despacio)?

¿Cómo podemos decidir?

Vale, imagina que, al igual que prácticamente todo el mundo, tienes que trabajar para poder vivir. Tienes un horario, unas obligaciones, y un sueldo.

Mientras vuelves del trabajo un martes por la tarde, te haces la siguiente pregunta: ¿Cómo de feliz soy, de 1 a 10?

Y te respondes a ti mismo: Un 7.

En ese momento, te pones a imaginar tu vida cuando alcances la libertad financiera y piensas: «Si pudiera hacer lo que quisiera, estaría en un nivel de felicidad de 9.5»

Y como tu felicidad se va a elevar tanto (de 7 a 9.5), concluyes que debes avanzar hacia ese objetivo lo más rápido posible. Así que empiezas a renunciar a placeres del día a día para llegar a una tasa de ahorro del 50% de tus ingresos.

El problema en este proceso de razonamiento es que las personas tendemos a sobrevalorar el nivel de felicidad duradera que obtendremos de los grandes cambios. De hecho, las investigaciones revelan que solemos volver a nuestro nivel base de felicidad al cabo del tiempo.

Bueno, vale, ok.

Vamoa a darle cierta credibilidad a estas investigaciones y afinar nuestra estimación de aumento de felicidad. Digamos que si conquistas la libertad financiera, pasarías de un nivel 7 de felicidad a un nivel de 8.5, porque tendrías más tiempo, menos estrés, más control sobre tus actividades, etcétera, etcétera. Un 20% más de felicidad parece bastante razonable en ese contexto.

Ahora bien, la pregunta clave es:

¿A qué tienes que renunciar para llegar ahí? ¿Y cómo afecta eso a tu nivel actual de felicidad?

Porque claro, si renuncias a muchas cosas, avanzas más rápido. Pero tu nivel actual de felicidad puede reducirse bastante. Si renuncias a menos cosas, avanzas más lento, pero puede que mantengas un nivel superior de felicidad durante el camino.

Mmmm… interesante dicotomía.

Por ejemplo, los caprichos y el ocio son actividades discrecionales, de las que podemos recortar con relativa facilidad para aumentar nuestra tasa de ahorro.

Imagina que te encanta tomarte un café doble selecto todas las mañanas en un bar. Y que todos los jueves tomas algo con los amigos comentando la semana.

La pregunta es: ¿Cuánta felicidad extra te da eso en tu vida?

Digamos que estimas que es aproximadamente un 10% más. Es decir, te permite pasar de un nivel 6.5 de felicidad al nivel 7 en el que te encuentras ahora.

¿Eliminarías eso todos los años para avanzar más rápido hacia la libertad financiera (y llegar a un nivel de felicidad de 8.5)?

El enfoque de la decisión de gasto

Esto puede parecer demasiado subjetivo y complejo, pero es probablemente el enfoque que debes adoptar a la hora de decidir cuánto sacrificas en el presente para un mejor futuro: Cuál es el patrón de gasto que te va a proporcionar el mayor nivel de felicidad acumulada a lo largo de tu vida.

Prefieres llegar a la libertad financiera en 15 años a un nivel de felicidad de 6 o 6.5 (porque te privas de bastantes cosas) o llegar en 18-20 años a un nivel de felicidad de 7 (porque te privas de menos cosas)?

Ése es el tipo de pregunta que nos abre los ojos y nos permite enfocar las cosas con más perspectiva.

¡Dale bola, Moneytimer!

Si quieres acceder a contenidos similares, consulta nuestra sección Dinero, ¡a trabajar!

¿Quieres seguir desarrollando tu mentalidad financiera?

.

🎁Dinero, ¡a trabajar! — otros posts