Ideas fundamentales sobre la renta fija (Parte 2)

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En la primera parte de este post hablamos sobre los tipos de interés y los factores que los influencian. En esta segunda parte vamos a ir un poco más allá y explicar cómo funcionan los tipos de interés en el contexto de la renta fija como alternativa de inversión.

Y para eso vamos a empezar profundizando en cómo podemos obtener rentabilidad invirtiendo en renta fija.

¿Cómo proporciona rentabilidad la renta fija?

Cuando compramos renta fija, básicamente lo que hacemos es convertirnos en tenedores de una obligación que un tercero debe satisfacer. Y esa obligación suele tener un plazo definido y un tipo de interés también definido.

Por ejemplo, digamos que compro un instrumento de renta fija por un precio de 1.000 euros (equivalente a su valor nominal, veremos enseguida lo que significa esto) que tiene un plazo restante de 5 años y paga un tipo de interés del 3% anual. Eso quiere decir que me van a pagar un 30 euros al año durante 5 años y en el quinto año me devolverán los 1.000 euros.

En otras palabras, obtengo una rentabilidad del 3% anual.

renta fija
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¿Y esto siempre es así? ¿Es la rentabilidad igual al tipo de interés del instrumento?

No, no siempre. De hecho, casi nunca lo es. Y el motivo no es otro que el hecho de que el valor del instrumento en el mercado cambia en función de la oferta y la demanda. Y por tanto el precio al que lo adquirimos no tiene por qué ser igual al valor nominal, ni la rentabilidad que obtenemos igual al tipo de interés del instrumento.

Por ejemplo, digamos que la demanda baja y el precio del instrumento en el mercado cae. En vez de cotizar a 1.000 euros, pasa a cotizar a 900. Y nosotros lo compramos a ese precio.

Si lo mantenemos hasta vencimiento, nuestra rentabilidad esperada ya no es 3% anual, sino mayor. Esto se explica porque estamos recibiendo 30 euros anuales sobre una inversión inicial de 900 euros, no de 1.000 euros como en el ejemplo anterior.

Pero eso no es todo: No tenemos por qué mantener el instrumento hasta vencimiento. Lo podemos vender en el mercado. Y eso implica que no sólo el precio de compra puede diferir del valor nominal, sino también el precio de venta.

Imagina que compras el instrumento a 900 euros y lo vendes al de 2 años a 950. Tu rentabilidad estará compuesta por los 30 euros anuales que recibes por el interés del instrumento más los 50 euros de ganancia que obtienes en el segundo año por la diferencia entre el precio de venta y el precio de compra.

Tipos de instrumentos de renta fija

Los instrumentos de renta fija pueden ser de varios tipos, en función de varios factores:

1. Tipo de interés que aplican

Algunos pagan en formato «flotante», lo cual significa que están ligados a una referencia de tipos de interés que fluctúa, como el Euribor (Euribor + 2%, por ejemplo). Éste es el caso de la mayoría de los préstamos. Otros pagan en formato «fijo», lo cual significa que establecen un tipo en valor absoluto (3%, por ejemplo). Es el caso de la mayoría de los instrumentos conocidos como bonos.

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El valor de los instrumentos flotantes es menos volátil, porque el tipo de interés se ajusta en función de cómo se mueve el índice de referencia (El Euribor). Por el contrario, el valor de los instrumentos de tipo de interés fijo es más volátil (por ejemplo, si los tipos de interés subieran del 1% al 4%, el valor de un instrumento que paga un 3% fijo todos los años caería considerablemente).

2. «Ranking» en la estructura

Un instrumento de renta fija puede ser «senior», lo que significa que cobra antes en caso de bancarrota, o puede ser «subordinado», lo que significa que cobra después de los instrumentos senior.

Como habrás adivinado, un instrumento senior tiene menos riesgo y es menos volátil que un instrumento subordinado, y el tipo de interés que ofrece es por tanto inferior.

3. Nivel de liquidez

La liquidez hace referencia a cómo de fácil es comprar y vender el instrumento en el mercado. Hay instrumentos poco líquidos, que resulta muy difícil vender, e instrumentos muy líquidos, que resulta muy fácil vender.

La falta de liquidez es un riesgo que también se incorpora al precio de los instrumentos. Los instrumentos ilíquidos suelen ofrecer mayor tipo de interés para compensar al inversor por la dificultad de comprar y vender.

Ahí tienes una nueva remesa de ideas interesantes sobre la renta fija. Seguiremos profundizando en la tercera parte de este post.

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