Si no has vivido en una cueva durante la última década, seguro que oyes muchas voces que claman al cielo sobre la importancia de hacer crecer nuestros ahorros vía inversión. Y más en los tiempos que corren, dadas las continuadas subidas de precios que está sufriendo prácticamente todo lo que consumimos.
Y es que invertir es obvio, ¿no es así? Cuando ves un gráfico de bolsa que muestra la evolución del mercado durante los últimos 50 o 100 años, parece que todo va en buena dirección. No es una línea ascendente perfectamente recta, pero a pesar de los vaivenes va claramente hacia arriba.
Sin embargo, las personas no solemos funcionar con horizontes temporales tan largos.
Muchos de nosotros tenemos una visión bastante cortoplacista y lo que nos importa es lo que podemos hacer durante este mismo año.
Otros tenemos una visión más larga y pensamos en invertir para hitos vitales como comprar un piso, tener una familia, o la jubilación. Cosas que pueden suceder dentro de 5 o 10 años, por ejemplo.
Y si hacemos un plan de inversión, ¿cómo solemos pronosticar qué tipo de rentabilidad conseguiremos si invertimos en bolsa durante los próximos 10 años?
Exacto. Observando lo que ha pasado en los últimos 10 años.
El problema es que la foto de los últimos 10 años es particularmente buena y puede llevarnos a conclusiones equivocadas.
La rentabilidad de la bolsa en los últimos 10 años
En la última década se han producido dos caídas de bolsa que se pueden considerar «memorables». La primera en diciembre de 2018 y la segunda, bastante más pronunciada, en marzo de 2020 (la crisis del covid-19).
Pero inmediatamente después, algo inesperado sucedió: La bolsa se recuperó rápidamente y continuó creciendo sin parar.
Observa este gráfico que muestra la rentabilidad de uno de los fondos de inversión más famosos de EEUU, donde invierten millones de inversores de todo el mundo:
Ahora estamos en medio de otra corrección por la guerra de Ucrania y las presiones inflacionistas, pero hasta principios de 2022 hemos visto una década de increíbles rentabilidades en bolsa, especialmente en EEUU (con rentabilidades medias anuales del 13-14%). Y puede que eso distorsione las expectativas de las personas que han empezado a invertir durante esta última década.
Por ejemplo, veamos qué sucedió durante la década anterior, de 2000 a 2010 en EEUU:
Como ves, si inviertes en 2000 acabarías teniendo prácticamente el mismo dinero en 2010. Uuups. No fue una época demasiado buena, porque la crisis subprime de 2008-2009 provocó una corrección especialmente severa.
Pero… si hubieras mantenido tu inversión con visión de largo plazo, te habrías beneficiado de las fantásticas rentabilidades de 2011-2021.
En otras palabras, en bolsa, 10 años suele ser un buen horizonte temporal para invertir. Pero puedes tener mala suerte y caer en una década particularmente fea.
Ahora bien, cuando extiendes ese horizonte a 20, 30 o 40 años, la probabilidad de tener mala suerte se reduce mucho.
Por eso, tus mejores aliados en la inversión en bolsa son la diversificación y el tiempo:
- Diversificación: No estar demasiado concentrado en un mercado geográfico concreto, o en un sector de actividad concreto, o en un tamaño concreto de empresa, sino repartir tu riesgo entre muchas cestas diferentes. A mayor diversificación, menor volatilidad esperada.
- Tiempo: Funcionar con un horizonte temporal largo que reduzca las probabilidades de que te toque una «época mala», como fue la década 2000-2010.
El mensaje principal de este post es éste: Es particularmente importante que apliques estos dos elementos a tu enfoque de inversión en el momento actual, porque venimos de una época «especialmente buena» que es poco probable que se mantenga durante mucho tiempo.
En otras palabras, es probable que las rentabilidades que nos esperan no sean tan elevadas como lo han sido. Rentabilidades del 10-14% no parecen demasiado plausibles en la próxima década. Y conviene que estés preparado para ese escenario y que planifiques con una buena dosis de realismo.
En cualquier caso, los beneficios de invertir siguen siendo más vigentes que nunca. La alternativa, no hacerlo, es una pérdida segura en un mundo dominado por la inflación.
¡Dale bola, Moneytimer!
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Moni 
