Ideas fundamentales sobre la renta variable (Parte 3)

En la Parte 1 de este post hicimos una introducción sobre la renta variable y en la Parte 2 nos adentramos en el concepto de valoración de empresas y los factores que provocan que el valor de una empresa cambie con el tiempo. Y concluímos que era muy difícil saber cuándo el valor de una empresa va a subir y cuándo va a bajar.

En esta tercera parte vamos a tratar un tema muy importante, que es la conclusión natural de las otras dos partes: Cómo puedes invertir en renta variable minimizando el riesgo de equivocarte.

Para conseguir este objetivo, hemos de tener tres puntos en cuenta:

  1. Tesis de inversión en renta variable
  2. Diversificación
  3. Tiempo

Veámoslos uno por uno.

1. Tesis de inversión en renta variable

La tesis de inversión en renta variable se puede hacer tan complicada como se quiera, pero reduciéndola a su principio más básico, es algo tan simple como esto:

El sistema va a seguir incentivando el espíritu humano para crear, construir, innovar y desarrollar nuevos productos, servicios y tecnologías que eleven el nivel de vida de las personas. Ello contribuirá a que se continúe creando riqueza de muchas formas diferentes, lo que a su vez provocará que el valor del tejido empresarial global siga aumentando a largo plazo.

renta variable
Imagen de Sasin Tipchai

Si crees que esto sucederá, tienes una tesis de inversión adecuada para invertir en renta variable.

Y si por lo que sea esa predicción no se cumple y el espíritu humano agota su energía y se tumba a la bartola, no es algo tan grave. Es cierto que tus inversiones no irán muy bien en ese contexto. Pero probablemente eso no te preocupe demasiado, porque nos estaremos peleando en las calles por un pedazo de pan esperando que nos invadan los zombis.

No sé tú, pero yo prefiero la visión más optimista para el futuro. Especialmente porque es lo que ha venido sucediendo desde que el ser humano hizo acto de presencia en este planeta.

Ahora bien, si vamos a invertir en renta variable, ¿cómo elegir en qué acciones hacerlo? ¿Qué empresas van a subir de valor? ¿Y si nos equivocamos?

Para responder a esa pregunta, pasemos al siguiente punto.

2. Diversificación

En la Parte 2 de este post mencionamos que es muy difícil predecir cuándo el valor de una empresa concreta subirá y durante cuánto tiempo lo hará, porque hay muchos factores diferentes que influyen en lo que sucede en la práctica.

Sin embargo, hay una forma de hacer honor a la tesis de inversión del punto anterior y a la vez reducir el riesgo de equivocarnos en la elección de la empresa en la que invertimos.

Diversificar.

Invertir en muchas empresas, muchos sectores y muchas zonas geográficas a la vez.

Imagen de Couleur

¿Qué conseguimos con esto?

Lo que conseguimos es coger la ola del conjunto del mercado, en lugar de poner nuestros huevos en una sola cesta. Y si algunas empresas del mercado no van bien, el impacto en la rentabilidad de nuestra inversión no será tan grande, porque probablemente otras empresas lo harán mejor.

Hay dos formas principales de diversificar nuestras inversiones en renta variable:

  1. Comprar acciones de muchas empresas diferentes, una por una, lo cual suele ser farragoso y sólo nos permite alcanzar un nivel relativamente limitado de diversificación
  2. Invertir en fondos de inversión o similares, lo cual es mucho más sencillo y nos permite alcanzar un nivel más elevado de diversificación. En esta página tienes información básica sobre ellos.

3. Tiempo

El tercer y último punto es el tiempo. En otras palabras, el horizonte temporal con el que decides invertir.

La renta variable tiene volatilidad. Está expuesta a ciclos económicos, crisis, pandemias, la situación geopolítica, los beneficios empresariales, la psicología de los inversores y muchas otras cosas más. Todo eso provoca que a veces la bolsa suba y que a veces baje. Y cuando baja, a veces baja mucho y tarda tiempo en recuperarse.

Sin embargo, la historia demuestra que la tesis de inversión que hemos comentado en el primer punto se sigue cumpliendo: A largo plazo, a pesar de los vaivenes de corto plazo, el espíritu humano impulsa el valor del conjunto de las empresas, y por tanto de la renta variable, hacia arriba. A través de guerras, crisis, pandemias y todo tipo de obstáculos.

En este gráfico puedes apreciar la evolución del índice S&P 500 de EEUU (que incluye las 500 empresas más grandes del país):

Evolución histórica del índice S&P 500 en EEUU

Para beneficiarnos de esta tesis de inversión, nos conviene tener un horizonte de inversión largo. 10 años mejor que 5, 15 años mejor que 10, 20 años mejor que 15. Cuanto más largo sea nuestro horizonte, más flexibilidad tendremos para superar vaivenes de corto plazo y obtener rentabilidades atractivas.

En otras palabras, asegúrate de que no necesitarás ese dinero que inviertes demasiado pronto, porque ello reducirá tus probabilidades de éxito.

Aquí termina nuestro megapost de introducción a la renta variable. Con esto tienes más que suficiente para empezar a hacer pinitos con tus inversiones y continuar aprendiendo. Recuerda, se aprende más haciendo que pensando.

Y ya sabes, si quieres continuar explorando ideas para sacarle el máximo partido a tu dinero, consulta nuestra sección Dinero, ¡a trabajar!

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