Uno de los libros sobre finanzas más interesantes de los últimos tiempos es «The Psychology of Money» de Morgan Housel. Es posible que veas el título en español traducido como «Cómo piensan los ricos», pero ese título no hace justicia al contenido del libro. Así que en este post vamos a usar el título de la traducción literal del original: «La Psicología del Dinero».
El libro de Morgan Housel ha tenido tanto éxito porque enfoca el dinero desde un punto de vista psicológico, no técnico. Y es que el centro del que emergen nuestras decisiones sobre el dinero y los resultados que obtenemos no es racional y lógico, sino mental y emocional.
Lo que hacemos con el dinero está basado en nuestras experiencias, creencias, personalidad y estados de ánimo.
Se pueden extraer multitud de ideas interesantes de la obra de Housel. En este post te presento algunas de las que me parecen más importantes.
Vamos allá.
1. El dinero no es física
Cuando aprendemos sobre dinero, lo solemos hacer con un enfoque muy racional, como si se tratara de física o química. Dinámicas estables, predecibles e inmutables que siempre se cumplen.
Pero el dinero no funciona así. La física se mueve por leyes. El dinero se mueve por comportamientos. Y los comportamientos son muy particulares, diversos e impredecibles.
Nuestra abilidad para generar riqueza a largo plazo depende de nuestro comportamiento, no de nuestra inteligencia o formación financiera.
2. Las experiencias personales marcan
Otra idea clave de «La Psicología del Dinero» es que nadie está loco.
Lo que hacemos con el dinero viene determinado por nuestras creencias sobre él. Y nuestras creencias sobre él vienen determinadas por las experiencias que hemos tenido.
Si has visto a un familiar arruinarse después de montar un negocio, es muy posible que eso te haya creado ciertas preconcepciones sobre el emprendimiento.
Si has crecido en un entorno de mucha inflación y has visto cómo tus ahorros pierden valor rápidamente, es muy posible que eso haya influenciado tu filosofía de gasto.
Si has crecido en un periodo largo de pérdidas de bolsa que han provocado que tus padres pierdan una gran parte de su riqueza, es muy posible que eso haya impactado en el grado de tolerancia al riesgo que tienes a la hora de invertir.
Nuestra idea de lo que es «lógico» está fuertemente influenciada por nuestras experiencias personales.
3. Riesgo y suerte son dos caras de la misma moneda
A menudo infravaloramos el papel de la suerte en las histórias de éxito. Esas historias se nos presentan como una relación directa entre el talento y las decisiones de una persona o grupo de personas, y el resultado obtenido.
Pero esa relación no es tan directa en la práctica. Porque suele haber multitud de otros casos de personas con tanto o más talento y que tomaron decisiones muy similares, pero que no cosecharon los mismos resultados.
Hay un componente de suerte en todo. Y suele ser mucho más relevante de lo que nos gusta creer. Preferimos creer que tenemos un alto grado de control sobre los resultados si hacemos ciertas cosas, pero no es del todo cierto.
El riesgo es inevitable. Es imposible eliminar el 100% del riesgo en cualquier cosa que hagamos. Por eso es necesario que abracemos el riesgo como algo con lo que siempre tendremos que convivir y aprendamos a hacer apuestas en las que tengamos más probabilidades de ganar que de perder.
4. Encuentra tu «suficiente»
Si ganas 20.000 euros al año, siempre habrá alguien que gane 20.000 euros al mes. Y si ganas 20.000 euros al mes, siempre habrá alguien que gane 20.000 euros al día.
La comparación con los demás en dinero y estatus es algo que nunca acaba. Por mucho que subas, siempre habrá alguien más arriba que tú. Es una carrera imposible de ganar, aunque tantas personas se empeñen en participar en ella.
Lo que realmente importa es que encuentres tu «suficiente». Ese nivel de riqueza que te permite vivir una buena vida, sea lo que sea que eso significa para ti.
5. El nivel más elevado de riqueza
Cuando utilizamos la expresión «ser rico», a menudo hablamos de un nivel de riqueza relativamente básico: El mero hecho de tener dinero o de poder comprar muchas cosas con él.
Pero la riqueza tiene muchos niveles, dependiendo del plano mental desde el que observes las cosas. Y el nivel más elevado es la libertad y el control sobre tu tiempo. No hay mayor sensación de riqueza vital que el levantarse por la mañana y decir «puedo hacer lo que quiera hoy».
El dinero va mucho más allá del aspecto material. La psicología con la que lo abordas es clave para tus acciones y resultados. Enfócalo con una perspectiva abierta.
Ahí tienes, 5 grandes ideas de «La Psicología del Dinero». ¡No dejes de leerlo! Merece mucho la pena.
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Moni 
