Qué hacer y qué no hacer si te toca la lotería

Imagen: Tumisu

Muchos de nosotros soñamos con que nos toque la lotería. Lo vemos como la vía más rápida hacia la vida ideal que querríamos tener, ésa en la que todos nuestros problemas desaparecerían como por arte de magia.

Sin embargo, no es oro todo lo que reluce. Todos hemos oído sobre multitud de casos en que a alguien le toca la lotería y su vida, lejos de mejorar, empeora. Se sienten menos felices. Y no sólo eso, sino que además los supuestos afortunados acaban arruinados después de un corto periodo de gasto extravagante en el que se rodean de personas que ejercen una mala influencia sobre ellos.

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Éste es un fenómeno muy curioso que pone de manifiesto la escasa capacidad que algunas personas tienen a la hora de controlar sus impulsos, así como la necesidad de sentirse aceptados cueste lo que cueste.

Así que en este post vamos a sugerir algunas ideas para navegar con mayor destreza esta situación y que ésta acabe redundando en nuestro bienestar, en lugar de llevarnos por el mal camino. Ya sabes, por si suena la dorada flauta de la fortuna y de la noche a la mañana nos convertimos en millonarios.

Qué no hacer

Empecemos por lo que no debemos hacer si nos toca la lotería.

1. Decírselo a todo el mundo

Un impulso natural habitual en estas situaciones es gritar a los cuatro vientos que nos ha tocado la lotería. Eso no suele ser muy buena idea.

Para empezar, no todo el mundo se va a alegrar. Es muy posible que algunas personas sientan envidia, y no precisamente de la sana. Y también es muy posible que las expectativas de algunas personas de nuestro círculo cercano cambien en lo que se refiere a cuánto y cómo debemos ayudarlas o agasajarlas, simplemente porque ahora tenemos más medios.

Y esto no es un buen lugar, porque puede generar varias consecuencias no deseadas, como por ejemplo resentimiento, sensación de presión para hacer ciertas cosas que no son nuestra inclinación natural y el no saber muy bien si las personas nos aprecian por nuestras propias cualidades o por nuestro dinero.

2. Elevar inmediatamente nuestro nivel de vida

Otro impulso natural habitual es subirnos inmediatamente a un nivel de vida superior con más gastos fijos. Cambiar de vivienda, cambiar de lugar de vacaciones, cambiar de aficiones, cambiar de círculo de amigos, etcétera, etcétera.

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Esto tampoco suele ser muy buena idea. Veremos después por qué.

3. Montar negocios sin conocimiento y planificación

Otro movimiento muy frecuente es destinar una cantidad de dinero relevante a montar un negocio sin pensarlo demasiado y sin la formación adecuada, porque «siempre hemos querido» hacerlo.

No estoy diciendo que no se deba perseguir un sueño. Ni mucho menos. Lo que digo es que si vamos a invertir una gran cantidad de dinero en algo, conviene que sepamos lo que hacemos y que analicemos bien los posibles riesgos.

Cuando se monta un negocio «vocacional» que empieza a perder dinero, es muy común seguir invirtiendo en él para cubrir las pérdidas, simplemente porque tenemos medios y sin querer admitir que ese negocio no es viable y que nos conviene cerrarlo cuanto antes.

Y ésa es la vía más rápida para arruinarse.

Qué hacer

Muy bien, ya tenemos una idea de lo que no debemos hacer si nos toca la lotería. Pasemos ahora a ver lo que sí debemos hacer.

1. Ser discretos

Empecemos con algo absolutamente fundamental: Cierra la boca.

En el mundo anglosajón hay una expresión que dice «stealth wealth», que básicamente significa «riqueza invisible». Destaca las virtudes de ser discreto cuando tienes dinero, en lugar de hacérselo saber a todo el mundo.

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De esa forma reduces significativamente los riesgos que apuntábamos antes: Menos envidias, menos expectativas y relaciones personales más auténticas.

Casi nada.

2. Esperar un tiempo antes de tomar grandes decisiones

Un aspecto importante es esperar un tiempo antes de tomar ninguna decisión financiera de cierta relevancia.

¿Por qué?

Simplemente, porque nuestro cerebro necesita acostumbrarse a la nueva situación para operar con mayor claridad. «Hacerse a la idea», si quieres. Si no esperamos, lo más probable es que la excitación del momento nos lleve a tomar decisiones cuestionables, con potenciales consecuencias que se extienden durante un largo periodo de tiempo.

Espera un tiempo. Decidirás mejor.

3. Buscar asesores de fiar

La última recomendación sobre qué hacer es rodearse de los profesionales adecuados.

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Cuando recibes una gran suma de dinero de improviso, el potencial de error a la hora de tomar decisiones se multiplica. Por eso es clave contar con asesores de fiar que te ayuden a contemplar aspectos como rentabilidad, riesgo, liquidez e implicaciones fiscales a la hora de decidir qué vas a hacer con el dinero.

Ahí lo tienes, qué hacer y qué no hacer si te toca la lotería. Ten este post a mano, porque ¡puede que tengas suerte!

Si quieres acceder a contenidos similares, consulta nuestra sección #Estilodevida.

¿Quieres seguir aprendiendo a desarrollar mayor destreza en el manejo de tus finanzas personales?

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