La libertad financiera no es para todos

Imagen: Eak K.

Cuando hablamos de sueños, resulta difícil encontrar alguno que la inmensa mayoría de personas compartan. Cada uno somos de un padre y una madre, y queremos cosas diferentes.

Pero, a pesar de todas esas diferencias, hay algunos sueños, no muchos, que suelen ser compartidos por todos nosotros. O al menos, por una gran mayoría. Sueños universales, por así decirlo.

La libertad financiera es uno de ellos.

Piénsalo un momento. Tener todo el tiempo del mundo para hacer lo que te apetezca, sea trabajar, descansar, viajar, etcétera, etcétera.

¿Quién no lo querría?

libertad financiera
Imagen de Niek Verlaan

Sin embargo, a pesar de la universalidad de este sueño, lo que sucede en la práctica es esto:

  1. Muy pocas personas intentan conseguirlo
  2. De aquellos que lo intentan, muy pocos lo consiguen

Lo cual puede sonar sorprendente, pero lo es aún más cuando lo ponemos en contexto con una idea que suele generar bastante controversia:

La libertad financiera está al alcance de un gran número de personas.

Entonces, ¿por qué tan pocas personas consiguen hacer realidad ese sueño?

Veámoslo en dos partes. En la primera veremos por qué tan pocas personas lo intentan y en la segunda por qué tan pocas de las que lo intentan lo consiguen.

¿Cuántas personas lo intentan?

Es imposible saber con exactitud cuántas personas intentan conseguir libertad financiera, pero creo que podemos afirmar, sin demasiado riesgo de equivocarnos, que son pocas.

¿Por qué?

Por muchas razones, de entre las cuales podemos destacar dos:

  1. Mentalidad de consumo
  2. Falta de educación financiera

Profundicemos un poco más en cada una de ellas.

1. Mentalidad de consumo

Muchos de nosotros estamos aún atrapados en la mentalidad de la sociedad de consumo. Creemos que consumir más y más es la receta más adecuada para paliar nuestras insatisfacciones vitales.

Este tipo de mentalidad es difícil de romper, porque la vemos por todas partes. Los demás también la tienen. Nos sentimos en nutrida mayoría y eso provoca que nos reafirmemos en nuestras creencias y comportamientos.

Imagen de Igor Ovsyannykov

Pero, claro, esto tiene consecuencias. Y la más evidente desde el punto de vista financiero es que nos conduce a ahorrar muy poco, o prácticamente nada.

Y sin ahorro… Sayonara baby. No hay libertad financiera que valga.

Ni siquiera lo intentamos, porque nos parece un sueño imposible. No queremos renunciar al consumo, lo que consideramos nuestra vía fundamental para mitigar insatisfacciones.

Y de algún modo, estamos en lo cierto. Desde esa mentalidad, imposible es.

2. Falta de educación financiera

La otra gran causa de que no intentemos conseguir la libertad financiera es que no nos sentimos capaces de ello. Creemos que para poder hacerlo será necesario aprender sobre cosas que se nos antojan muy complicadas e inabordables.

Y en esto también, de algún modo, estamos en lo cierto. El ahorro es clave, pero si dependemos exclusivamente de él, el progreso hacia la libertad financiera es lento.

Por eso tenemos que invertir.

Imagen de Eko Pramono

Y para invertir con un mínimo de criterio, hay que saber un poco sobre algunos temas. Temas que nos parece que están fuera de nuestro alcance porque no tenemos la formación adecuada.

Así que ni lo intentamos. Renunciamos a educarnos y renunciamos a invertir.

Y al hacerlo entramos en un círculo vicioso, porque al apreciar que no vamos a ser capaces de conseguir la libertad financiera, perdemos el incentivo de ahorrar. Y eso nos vuelve más vulnerables a la tentación de consumir, que se refuerza como nuestro antídoto principal frente a la insatisfacción.

Éstas son las dos principales razones por las que la gran mayoría de personas no intenta alcanzar la libertad financiera. En la segunda parte de este post veremos por qué la gran mayoría de los que lo intentan no lo consiguen.

Para contenidos relacionados, consulta nuestra sección #Estilodevida.

¿Quieres seguir formándote para conseguir progresar con mayor rapidez hacia la libertad financiera?

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