El trabajo que realizamos es un aspecto muy importante en nuestro camino hacia la salud financiera. Expandir tus ingresos tiene un efecto muy poderoso en tu capacidad para ahorrar más. Hay un límite en cuánto puedes recortar tus gastos hacia abajo, pero tus ingresos no tienen, en teoría, límite alguno hacia arriba.
Sin embargo, no todo el mundo tiene las mismas circunstancias. Si eres propietario de un negocio y te van las cosas bien, estupendo. Pero si trabajas por cuenta ajena, incrementar tus ingresos es algo más complicado. Los responsables tendrían que percibir que eres alguien muy importante para la empresa antes de ofrecerte promociones y subidas de sueldo.
Y no sólo eso. Dado que conquistar la salud financiera es un proceso que tarda su tiempo, conviene que disfrutes de tu trabajo y que no tengas que comulgar con ruedas de molino en un ambiente insufrible.
Veamos algunas de las cosas que puedes hacer.
1. Acepta la realidad
El trabajo ideal no existe. Cualquier trabajo, en algún momento, te va a tocar las narices. Pero has de sobreponerte y hacerlo lo mejor posible, porque es tu vía de acceso a la salud financiera y el control sobre tu tiempo.
Así que, por mucho que haya cosas en tu trabajo que no te gusten, aprende las reglas y juega lo mejor que puedas mientras estés ahí. Tu momento llegará.
2. Elimina
En casi todos los trabajos te van a bombardear con peticiones e información, y muchas de ellas no son tan importantes aunque hagan mucho ruido.
Una de las claves del éxito profesional no es hacer más cosas, sino hacer bien las cosas correctas. Si intentas hacerlas todas, habrá muchas que no hagas demasiado bien, o tan bien como podrías.
Cuando buscas tener mayor impacto profesional, eliminar es más importante que añadir.
3. Frecuenta a las personas adecuadas
Si trabajas en un ambiente colectivo, es importante que te rodees de las personas adecuadas. Las personas que frecuentamos influencian nuestro comportamiento considerablemente.
Hay personas envidiosas, vagas o muy competitivas. Ese tipo de personas no te conviene. Te convienen personas con hábitos de comportamiento sanos y que estén en una onda parecida a la tuya. Y si tienen más experiencia que tú en ese trabajo, mejor que mejor, porque algo útil podrás aprender de ellas.
4. Cultiva las relaciones
Tener buenas relaciones en el trabajo puede no ser tarea fácil. Quizá no seas demasiado extrovertido o no conectes con las personas que tienes a tu alrededor.
Pero trabajar duro no suele bastar para progresar en tu trabajo. Si la gente no habla bien de ti, promocionar no es tan sencillo.
Por eso es importante que dediques una parte de tu tiempo a construir relaciones con tus compañeros de trabajo. Y a poder ser que vayan algo más allá de las necesidades de tu puesto. Por dos razones: El día a día será más agradable y te será más sencillo conseguir tus objetivos, porque es más probable que esas personas te ayuden a ello.
5. Concentra tu atención en lo que puedes controlar
En el ambiente de trabajo suceden muchas cosas. Cada proyecto tiene contribuciones de varias personas y a veces los resultados no son los esperados. En estas situaciones es muy común centrar demasiado la atención en cosas que están más allá de nuestro control, descuidando las que sí podemos controlar.
Antes de poner tu atención en lo que no puedes controlar, asegúrate de que lo que sí puedes controlar está bien hecho.
6. Sé creativo
Unas de las cosas que más diferencian a alguien en su puesto de trabajo son la creatividad y la iniciativa. Si vas más allá de las tareas que se te requieren y generas nuevas ideas, sorprenderás. Y cuando sorprendes suelen suceder cosas buenas.
Dedicar unos minutos al día a pensar en ideas innovadoras que puedan ser valiosas para los objetivos de la empresa es tiempo muy bien invertido.
7. Asegúrate de que tu compensación económica es justa
El último paso es asegurarte de que te pagan lo que vales. Pero has de hacer las cosas en el orden correcto. Si quieres pedir un aumento de sueldo, primero has de demostrar valor. Y para demostrar valor tendrás que poner en práctica algunos de los puntos anteriores o aportar algo de tu propia cosecha.
Dale bola, ¡Moneytimer!
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Moni 
