Hace poco puse una cita en las redes sociales sobre una idea clave para conseguir objetivos y evitar prestar demasiada atención a cosas sin importancia. La cita era ésta:
La mitad de los problemas surgen de decír «sí» demasiado pronto y de no decir «no» suficientemente pronto.
Josh Billings
Uno de nuestros grandes obstáculos, completamente autoimpuesto, es que decidimos prestar atención a cosas que no tienen demasiada relevancia en nuestras vidas, pero que nos crean estrés y preocupación.
Esto es tremendamente curioso, porque prestamos a ese tipo de cosas mucha, mucha atención en nuestro día a día. Y claro, nos queda menos tiempo y menos energía que dedicar a las cosas que sí importan. El resultado, después de hacer esto durante muchos años, es evidente:
No avanzamos en lo que realmente queremos tanto como nos habría gustado.
Y sin embargo, por evidente que este resultado sea, nos sorprende.
¿Dónde se ha ido el tiempo? Nos preguntamos.
Te lo digo yo: En chorradas a las que no debiste prestar tanta atención ni por las que debiste preocuparte tanto.
Este tema no es ninguna tontería, así que hoy vamos a sugerir algunas estrategias para que esto te suceda un poco menos. Ya sabes, cada pasito en buena dirección cuenta.
Vamos allá.
Estrategias para dejar de prestar tanta atención a cosas sin importancia
Técnicas hay muchas. Pero voy a seleccionar algunas que los expertos en este campo destacan sobre otras. Aquí las tienes, sin orden particular de importancia:
1. Piensa a largo plazo
Cuando estés prestando mucha atención a algo que te genera preocupación, pregúntate si tendrá un impacto material en tu vida a largo plazo:
¿Me importará esto en unos días, en unos meses, en unos años?
Muy a menudo, cuando cambiamos la perspectiva y nos ponemos las gafas de largo plazo, caemos naturalmente en la cuenta de que la respuesta es no. Nos damos cuenta de que son cosas sin importancia. O al menos, sin tanta importancia. Y eso nos ayuda a gestionar mejor nuestras emociones y nuestra atención.
2. Cambia el escenario
Una cosa que suele suceder cuando estamos preocupados por algo es que permanecemos en el mismo ambiente y en contacto con las mismas personas durante el proceso, lo cual enquista el problema en nuestra mente y lo hace parecer más grande de lo que es.
Un estrategia que ayuda a identificar los problemas sin importancia es romper el escenario durante un tiempo. Cambia de ambiente. Comenta el problema con personas no relacionadas. Rompe un poco tus rutinas. Todo eso te ayudará a ver las cosas con un poco más de perspectiva.
3. Diferencia entre lo que puedes controlar y lo que no
Muchas veces, al enfrentarnos a un problema, lo hacemos con el convencimiento de que tenemos que buscar la solución a cualquier elemento que suponga un obstáculo. Sin embargo, a menudo hay elementos que están más allá de nuestro control. No podemos hacer nada para cambiarlos, por mucho que nos estrellemos la cabeza contra la pared.
Por eso, antes de invertir la más mínima energía mental en un problema, una estrategia muy útil es diferenciar entre lo que podemos controlar y lo que no. Y una vez hecho, centrar nuestra atención exclusivamente en aquellas cosas sobre las que podemos ejercer alguna influencia.
4. Piensa en formato 80/20
Es posible que hayas oído hablar del principio de Pareto. Viene a decir que el 20% de las cosas provocan el 80% de los resultados. En otras palabras, hay un montón de obstáculos (el 80%) que, aunque los elimines, no tendrán gran impacto en el resultado. Por eso has de «olvidarte» de ellos y centrarte en eliminar el 20% de los obstáculos que sí tienen impacto relevante en el resultado.
Cuando haya algo que te preocupe, utiliza esta forma de pensar. Pregúntate: ¿Este problema está en el grupo de los obstáculos que tienen un impacto relevante en los resultados que quiero obtener, o es simplemente una inconveniencia sin importancia para mis grandes objetivos?
Esa simple pregunta te dará mucha perspectiva sobre dónde enfocar tu atención y te facilitará el no preocuparte demasiado por lo que no debes.
Ahí tienes, cuatro interesantes estrategias para no agobiarte por cosas sin importancia. ¡Dale bola, Moneytimer!
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Moni 
