Si estás pensando en comprar una vivienda, sea para tu uso propio o como inversión con intención de alquilársela a un tercero, es posible que necesites una hipoteca. Si es así, estás de suerte, porque voy a contarte las claves que debes tener en cuenta a la hora de elegirla.
La hipoteca es un compañero de viaje que suele quedarse pegado a nuestro trasero durante mucho tiempo, así que más vale que te lleves bien con él. Tiene que ser alguien que no te agobie demasiado, que no te exija demasiadas cosas a cambio de su presencia y que no te dé demasiadas sorpresas cuando menos te lo esperas.
Las hipotecas pueden resultar productos complicados para el individuo medio. Hay muchos términos técnicos y a veces el banco nos cuenta lo que le interesa, que es lo que suena bien, omitiendo lo que no suena tan bien. Y como un préstamo hipotecario es algo con lo que probablemente vas a convivir durante muchos años, conviene que te prepares un poco para saber identificar problemas antes de meterte de bruces en ellos.
Veamos en qué cosas te debes fijar con especial atención.
1. Terminos financieros
Vale, ésta es obvia. Cu´ánto vas a pagar cada mes. Es en lo que casi todo el mundo se fija para decidir. Pero la pregunta es: ¿Debes elegir siempre la hipoteca con la que pagues menos cuota mensual?
No necesariamente. Por ejemplo, una hipoteca a 25 años te permite pagar menos cuota mensual que una de 20 años. Pero también pagas más intereses al banco, cosa que debes tener en cuenta.
Entonces, ¿es mejor menos plazo porque así pago menos intereses?
Depende. Quizá te convenga un plazo más largo y pagar menos cuota mensual aunque pagues más intereses, porque con lo que te ahorras al mes (ya que tu cuota mensual es menor) puedes invertir más y sacar más rentabilidad que el tipo de interés extra que pagas.
Debes tener todo esto en cuenta, porque es muy relevante en el resultado.
2. Tipo de interés fijo o variable
Vale, ¿Y ahora qué debo elegir, una hipoteca a tipo fijo o a tipo variable (es decir, ligada al Euribor?
Pues también depende. Hay personas que prefieren tener absoluta certeza de lo que van a pagar cada mes. Y hay personas que prefieren pagar menos al principio y tolerar más incertidumbre sobre el futuro.
Lo que sí es cierto es que las hipotecas a tipo fijo con muy atractivas en este momento. Las condiciones que te ofrecen los bancos, fruto del entorno de bajos tipos de interés y la elevada competencia entre ellos, permite acceder a hipotecas a un coste fijo que a veces es inferior al 1% anual. Y eso es demasiado bueno como para dejarlo pasar.
3. Vinculaciones para conseguir bonificaciones
Otro aspecto importante es que los bancos te ofrecen tipos de interés «bonificados» en la hipoteca si contratas otros productos con ellos. Los más típicos son:
- Domiciliar la nómina
- Tarjetas bancarias
- Seguro de hogar
- Seguro de vida
- Fondo de pensiones o EPSVs
Esto lo tienes que mirar con mucho cuidado. Si bien es tentador tener un tipo de interés lo más bajo posible, lo habitual es que los seguros que te venden los bancos no sean muy atractivos en precio y que además suban de precio significativamente con el tiempo, porque las aseguradoras saben que si el cliente cancela el seguro, le subiría el tipo de interés de la hipoteca (perdería la bonificación). Y eso es algo que la gente, una vez metida en harina, no suele hacer.
Te conviene ir con cuantas menos vinculaciones mejor, aunque pagues un poco más de cuota de hipoteca. Y si crees que te compensa tener alguna vinculación, asegúrate de que son las mínimas. La experiencia demuestra que con el tiempo te suben mucho los `precios de ese tipo de productos y lo que parecía muy bueno en un principio, acaba no siéndolo tanto.
4. Cancelación anticipada
El último gran elemento al que debes prestar mucha atención son las penalizaciones por cancelación anticipada. Esto es algo que muchas personas pasan por alto y que a veces tiene un coste muy relevante.
Asegúrate de que negocias al límite las penalizaciones en el caso de que quieras pagar parte de tu hipoteca anticipadamente (imagina que tienes liquidez y quieres quitarte la hipoteca de encima cuanto antes porque la deuda te da urticaria) o cuando la canceles en su totalidad (por ejemplo si vendes el piso cuando todavía te queda hipoteca viva).
Evitarás muchas sorpresas desagradables si te enfocas en este tema antes de firmar y negocias un buen trato.
Ahí tienes, las claves para elegir bien una hipoteca. ¡Dales bola, Moneytimer!
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