Por qué no sueles cambiar de opinión

Imagen: Ulrike Leone

Si te detienes un momento y miras hacia atrás, es posible que repares en un curioso fenómeno: No sueles cambiar de opinión. De hecho, sucede todo lo contrario. Siempre encuentras algún motivo para seguir pensando lo mismo que pensabas ayer.

Bueno, ¿y qué? Eso significa que tengo las cosas claras, puedes pensar.

Y si, eso es perfectamente posible. Pero yo me aventuraría a decir que no suele ser ésa la razón.

No, la razón suele ser otra.

Veámosla.

El sesgo de confirmación

El sesgo de confirmación es un fenómeno psicológico que se encuentra firmemente implantado en nuestro cerebro y en el que apenas reparamos. Es uno de los mecanismos que más afecta la manera en la que enfocamos las cosas e interpretamos lo que sucede a nuestro alrededor.

Dicho de forma sencilla, lo que el sesgo de confirmación provoca es que centremos nuestra atención exclusivamente en la información que avala nuestras creencias previas, sobrevalorando su validez, e ignoremos la información que es inconsistente con esas creencias, infravalorando su validez.

En otras palabras, vemos lo que queremos ver y oímos lo que queremos oír. Puedes leer más sobre el tema aquí.

opinión
Imagen de Ben Kerckx

Pero yo no hago eso. Yo soy imparcial, dirás.

Puede que creas eso, pero es extremadamente improbable. El sesgo de confirmación es muy sibilino y opera de forma muy sutil. Es muy difícil darse cuenta de su influencia. Pero la tiene, y mucha.

Por ejemplo:

Cuando te suena mejor lo que dice un representante político de tu partido que un representante político del partido rival,

o cuando lees cierto tipo de libros y no otros,

o cuando consumes cierto tipo de noticias y no otras,

o cuendo escuchas cierto tipo de opiniones y no otras,

o cuando te relacionas más con cierto tipo de personas que otro…

… es muy posible que el sesgo de confirmación esté haciendo de las suyas en tu vida.

Es cierto que sus posibles consecuencias negativas pueden no ser demasiado graves si su influencia sobre nosotros no es muy acusada, pero ¿cómo podemos saberlo si apenas nos damos cuenta de ella?

Imagen de Anemone123

Llevado al extremo, el sesgo de confirmación puede convertirnos en personas extremadamente inflexibles y dogmáticas, que no dan su brazo a torcer a la hora de cambiar de opinión por muy sólida que sea la evidencia en su contra. Y eso sí que puede hacernos mucho daño y durante mucho tiempo.

Así que vamos a proponer algunas estrategias para reducir su influencia en la forma en la que enfocamos las cosas e interpretamos el mundo.

Estrategias para mitigar los efectos del sesgo de confirmación

Si quieres reducir la influencia del sesgo de confirmación sobre tus pensamientos y tu conducta, hay algunas prácticas que te pueden resultar de utilidad.

1. Consumir contenidos con enfoques diferentes

Una de las mejores formas de ampliar tu visión es consumir proactivamente contenidos con enfoques diferentes a los que sueles consumir. Cuando lo hagas, es posible que compruebes que algunas de las cosas que se dicen no son tan descabelladas, y adoptes una postura más humilde y abierta sobre tus creencias.

2. Frecuentar a personas con filosofías de vida y creencias diferentes

De la misma forma, frecuentar un poco más a personas con creencias diferentes puede ayudarte a aumentar tu flexibilidad ante opiniones y comportamientos que difieren de los tuyos.

No tienen por qué convertirse en tus amigos del alma, pero pueden serte de utilidad a la hora de relacionarte con todo tipo de personas, facilitando que seas más tolerante. 

3. Practicar alguna actividad que no te llama

Otra forma interesante de desarrollar una visión más flexible sobre las cosas es empezar a practicar alguna actividad que no te llama de forma natural, pero que otras personas consideran divertida.

Imagen de ivabalk

Cuando lo hagas, es posible que te guste más de lo que creías y que eso te ayude a aprender a cuestionar más tus creencias, especialmente cuando esas creencias no tienen evidencias sólidas que las avalen.

4. Consultar a tus amigos sobre tu nivel de flexibilidad mental

Tus amigos te conocen bien. Al menos pueden apreciar de forma más objetiva cómo te comportas y cómo interactúas con ellos.

Ellos pueden darte información muy valiosa de cómo de inflexibles son tus posturas y tu opinión sobre las cosas, porque eso no resulta tan sencillo de entender desde dentro de uno mismo.

5. Meditar

Una gran parte de la inflexibilidad para cambiar de opinión tiene su origen en el orgullo y la influencia del ego. La meditación es una práctica que puede ayudarte a observar lo que haces y lo que piensas con mayor #imparcialidad y con el tiempo ir adoptando una postura más abierta y humilde.

Ahí tienes, cinco fórmulas para no caer en las fauces del sesgo de confirmación… o al menos no demasiado. Si las practicas, desarrollarás una visión más equilibrada de la vida y tendrás mayor facilidad para cambiar de opinión si los hechos indican que probablemente te conviene hacerlo.

Y ya sabes, si quieres seguir aprendiendo trucos para optimizar tu vida y tu salud financiera, consulta nuestra sección #Estilodevida.

¿Quieres seguir aprendiendo cómo adoptar una mentalidad más útil para tu vida y tu salud financiera?

.

🌍Estilo de Vida — otros posts