Cómo conseguir desear menos

Imagen: Tumisu

Hay dos maneras de intentar conseguir lo suficiente: La primera es acumular más. La segunda es desear menos.

G.K. Chesterton

En lo que se refiere al aspecto material, quien más, quien menos, todos nosotros queremos tener suficiente. Algo que resulta totalmente natural e intuitivo, porque si no fuera así estaríamos insatisfechos.

El problema es que la palabra «suficiente» tiene significados muy distintos dependiendo de con quién estés hablando. Para algunos significa alcanzar un nivel de vida determinado, y para otros significa alcanzar otro nivel diferente.

Y es que cada uno de nosotros somos diferentes. Tenemos circunstancias diferentes, creencias diferentes y deseos diferentes.

Desear menos
Imagen de Free-Photos

Sin embargo, a pesar de todas estas diferencias, hay algo que nos une: Las estrategias para conseguirlo. De hecho, sólamente hay dos maneras de alcanzar ese nivel de vida que consideramos suficiente:

  1. Dar rienda suelta a nuestros deseos y hacer lo que sea necesario para satisfacerlos.
  2. Mantener nuestros deseos a raya.

Y cuál de las dos elegimos tiene ramificaciones muy importantes en cómo se desarrolla nuestra vida.

Veámoslo.

¿Qué hacemos con los deseos?

En nuestra sociedad occidental, los incentivos que nos rodean no están precisamente dirigidos a reducir nuestros deseos o mantenerlos bajo control, sino todo lo contrario.

Las dinámicas de vida actual estimulan que nos comparemos constantemente con los demás y las técnicas de marketing son cada vez más sofisticadas y efectivas a la hora de influenciar nuestras decisiones de compra. En otras palabras, nuestro entorno no nos ayuda demasiado a mantener los deseos a raya.

Y claro, esto tiene importantes consecuencias en nuestra satisfacción vital. Según vamos avanzando, cada vez más deseos surgen en nosotros. Cada vez hay más distancia entre lo que queremos y lo que tenemos. Y lo que solemos hacer es revolver cielo y tierra para conseguir tener más, y así reducir nuestra sensación de insatisfacción.

Pero esta persecución no contribuye demasiado a nuestra calma interior, ¿no es así? Más bien nos ancla a un estado permanente de ansiedad.

Y el problema de esta estrategia no acaba ahí. A veces no sólo intentamos tener más, sino que también seguimos queriendo más. Seguimos expandiendo nuestros deseos. Así que, aunque creamos que avanzamos hacia el objetivo, éste se sigue alejando de nosotros.

No sé qué pensarás tú, pero a mí no me gusta demasiado esa foto. La estrategia de intentar satisfacer una lista interminable de deseos no mola.

Pero existe otra alternativa: Desear menos.

El problema es que eso parece, además de poco habitual, bastante difícil de conseguir, ¿no es verdad?

Aunque quizá no lo sea tanto. Veamos una idea que puede ayudarte en esto.

Cómo frenar la multiplicación de deseos

Muchos pensadores argumentan que nuestra propensión a desear tan fácilmente proviene de un vacío interior. Un vacío del que podemos ser más o menos conscientes, pero que nos intimida y nos hace sentir mal. Y por eso intentamos taparlo con lo que tenemos más a mano.

¿Y qué tenemos más a mano en nuestra sociedad?

Bingo. Caprichos materiales.

Puede que ese vacío no exista. Y si existe, puede que derive de causas muy variopintas. Pero hay una de ellas que destaca especialmente en el mundo en el que vivimos: La ausencia de propósito.

Imagen de Gerhard G.

Cuando no sentimos que nuestra vida tiene un propósito, cuando no hay nada concreto que nos impulsa a levantarnos de la cama, cuando no sentimos pasión por algo a lo que dedicar tiempo cada día, ese vacío suele aparecer tarde o temprano. Y cuando aparece, nos volvemos mucho más vulnerables a los deseos materiales y a caer en la espiral de insatisfacción que comentábamos antes.

La conclusión es simple y directa: Tener un propósito es un gran antídoto frente a esa sensación de vacío. Tener un propósito puede resultar de gran ayuda para evitar esa espiral destructiva, porque nos permite disfrutar de un estado interno de satisfacción, fruto de un interés puramente vocacional y que conecta con quiénes somos. Y ese estado interno de satisfacción nos protege de las tentaciones del exterior.

Por eso el sentido de propósito es la mejor receta para conseguir desear menos. Y si deseamos menos, tendremos una base muy sólida para que la realidad supere nuestras expectativas, lo que suele redundar en mayor satisfacción vital y financiera.

¿Cuál es tu propósito, Moneytimer? Si aún no lo tienes, puede ser hora de empezar a buscarlo… o quizá incluso de crearlo. Lo bueno es que aquí no hay reglas, tú decides qué es y cómo quieres manifestarlo en tú vida.

Aquí termina el post. Un post con una idea muy poderosa para tu salud financiera.

Y ya sabes, si quieres seguir aprendiendo a optimizar tu vida y tus finanzas, consulta nuestra sección #Estilodevida.

¿Quieres aprender a desarrollar una mentalidad ganadora en la vida y en las finanzas?

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