Cómo usar el fondo de emergencia

Imagen: Arek Socha

En este post te hablé sobre el fondo de emergencia y de por qué es tan importante tener uno. Hoy vamos a explorarlo un poco más en detalle y hablar de algunos aspectos relacionados con él que no son tan evidentes, pero sí muy importantes para tu salud financiera.

Por qué resulta tan difícil construir un fondo de emergencia

Todavía existen muchas personas que, a pesar de contar con suficientes ingresos, aún no tienen un fondo de emergencia.

En algunos casos, la razón es que gastan todo lo que ganan (el caso más frecuente) porque quieren disfrutar al máximo del presente.

En otros casos, la razón es que invierten todos sus ahorros porque quieren aumentar su riqueza en el futuro.

En ambos casos, el fondo de emergencia se deja de lado. Lo cual es un error, porque nos pone en una situación más vulnerable ante acontecimientos imprevistos, los cuales tienen la curiosa manía de hacer acto de presencia de vez en cuando.

Pero… ¿por qué hacemos esto? ¿Por qué nos resulta tan fácil no darle importancia? 

Por una sencilla razón: Su utilidad no parece inmediata.

Solemos enfocar el fondo de emergencia en nuestra mente como algo que hacemos “por si acaso sucede algo”. Creemos que su utilidad se encuentra en algún punto del futuro, e incluso cuestionamos que esa utilidad sea real, porque puede que esa emergencia de la que nos estamos intentando proteger con antelación, no acabe sucediendo nunca.

Sin embargo, si adoptamos esta mentalidad no estaríamos enfocando bien las cosas, porque el fondo de emergencia sí que tiene una utilidad clara. Una utilidad que se manifiesta en nuestras emociones tan pronto como acabamos de construirlo: La sensación de seguridad.

Llámalo seguridad, paz mental, dormir tranquilos… como quieras. Pero cuando tenemos ese fondo de emergencia construido y disponible para imprevistos, la vida se ve de otro color. Todo parece más fácil. Más seguro. Menos intimidante.

Si quieres automotivarte para ir construyendo ese fondo de emergencia, ten esta visión sobre la sensación de seguridad muy presente, porque suele ser muy efectiva.

Cómo y cuándo utilizar el fondo de emergencia

Lo que te voy a decir ahora te parecerá una perogrullada, pero no lo es:

El fondo de emergencia se usa para emergencias.

fondo de emergencia

Y las emergencias son eventos que cumplen 3 requisitos:

  1. Son urgentes (requieren solución inmediata)
  2. Son inesperados
  3. Son necesidades, no deseos

El gran reto del buen uso del fondo de emergencia es no caer en la tentación de usarlo para cosas que podemos (y debemos) gestionar de otra manera. Por ejemplo:

Hay situaciones inesperadas que se producen, pero en las que podemos evitar hacer un desembolso inmediato.

También hay situaciones que no son inesperadas, porque somos capaces de verlas venir y planificar con tiempo cómo hacerles frente.

Y también hay situaciones que no son realmente necesarias, sino fruto de un deseo que queremos satisfacer y del que podríamos prescindir sin que nuestra vida se desmorone.

Estos ejemplos no son buenos motivos para utilizar el fondo de emergencia.

Si aún no lo tienes claro, no te preocupes. Concretemos un poco más:

¿Se te estropea el coche? Ok.

¿Tienes una fuga de agua en casa? Ok.

¿Operan a tu madre? Ok.

¿Viene tu artista favorito a dar un concierto sorpresa? Not ok.

¿Quieres irte de vacaciones en verano? Not ok.

¿Hay ofertas limitadas en tu tienda preferida? Not ok.

Recuerda: La principal utilidad del fondo de emergencia es disfrutar de la sensación de seguridad que te proporciona saber que lo tienes. No lo uses para lo que no debes y sacrifiques esa utilidad.

Y si crees que vas a tener muchas tentaciones, lo mejor es que tengas tu fondo de emergencia depositado en una cuenta bancaria separada de tu cuenta habitual y no lleves contigo las tarjetas que están ligadas a esa cuenta.

Ya sabes, por si acaso.

Y aquí termina el post de hoy. ¡Espero que te haya gustado!

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