Ay, las mañanas. Ese precioso momento en el que suena el despertador y nos hacemos dolorosamente conscientes de todas las obligaciones del día que empieza.
No todos llevamos igual las mañanas. Hay personas que las afrontan con mucha energía y otras que se levantan de la cama con la flexibilidad de Frankenstein.
En cualquier caso, estoy seguro de que, aunque seas alguien mega-productivo que puede hacer girar doce platos a la vez, a veces atraviesas algunas épocas de bajón en las que te cuesta más ponerte en marcha.
Pero no te preocupes, porque vengo al rescate con algunas ideas para esos momentos difíciles en los que las mañanas se nos hacen tan cuesta arriba. 4 grandes hábitos, para ser exactos.
Vamos a por ellos.
1. Planifica tu día al despertarte
O incluso el día antes si lo prefieres, pero es importante tener en cuenta con algo de antelación qué es lo que quieres hacer, así como establecer unos mini-objetivos diarios.
¿Por qué? Porque en el día surgen imprevistos y cosas que parecen urgentes constantemente. Y si no tienes claro cuáles son tus objetivos principales del día, es posible que las cosas que van surgiendo acaparen tu atención y te alejen de ellos.
Si no eres de papel y lápiz, hay algunas Apps de organización que funcionan muy bien. Échales una mirada.
2. No alimentes los pensamientos negativos
Los pensamientos negativos te alejan de la posibilidad de ser tu mejor versión al enfrentarte al día. Por eso es tan importante empezar con buen pie y alimentar los pensamientos positivos desde bien temprano, sin esperar a que la mente se adentre en una espiral de pensamiento que no te ayuda.
Si te lo propones, verás que hay millones de cosas positivas en las que puedes centrar tu atención. ¡Céntrate en ellas y verás qué diferente lo ves todo!
Pero claro, esto no es tan sencillo como parece. Has de proponértelo proactivamente cada mañana. Y eso requiere cierta disciplina y un poco de método.
Si crees que necesitas un poco de ayuda pro para adoptar este hábito, prueba esta App de mindfulness.
3. No pospongas la alarma: Levántate de inmediato
Todos lo hemos hecho más de una vez, pero no es bueno y afecta a la calidad del sueño. Si ves que te encuentras cansado por la mañana y te metes en el hábito de posponer la alarma, es señal de que debes hacer algo para descansar más y/o mejor.
Cena más ligero. No te expongas a pantallas antes de dormir. Carga el teléfono en otra habitación. Vete a la cama antes la noche anterior. Toma una infusión calmante. Lo que más te mole.
Y si ya te encuentras en el día siguiente, una cosa que te puede ayudar a iniciar el motor con más fuerza es hacerte un nutritivo desayuno que te dé toda la energía que necesitas para comerte el día. Aquí te dejo algunas recetas que creo que te gustarán.
4. Evita las RRSS a primera hora
Esto tampoco te ha pasado nunca, ¿verdad?
Consultar las redes sociales nada más levantarte no es un buen hábito, porque centra tu atención en los demás en lugar de concentrarla en ti mismo y enfocar tus energías allí donde más te conviene.
Un buen truco para controlar tu posible adicción a las RRSS es no permitirte entrar en ellas en cualquier momento del día, sino hacerlo a una hora determinada. Así no te dejarás llevar por la tentación de usarlas en cualquier momento y desviar tu atención de otras cosas que pueden proporcionarte mayor satisfacción vital.
Ahí tienes esos 4 grandes hábitos. Espero que los incorpores a tu rutina para aprovechar mejor las mañanas. ¡No habrá quien te pare!
Y recuerda: Estos hábitos no solamente incidirán en tu productividad, sino que también afectarán positivamente a otras áreas clave de tu vida, como tu estado de ánimo, tu equilibrio mental y, especialmente, a la energía con la que afrontas el resto del día.
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Moni 
