Para bien o para mal, los hábitos moldean nuestra identidad y cómo nos relacionamos con el mundo. Afectan a cómo de productivos somos, a la calidad de nuestras relaciones, a nuestra paz mental, a nuestra capacidad para conseguir objetivos, y muchas otras cosas más.
Hoy voy a sugerirte algunos hábitos que pueden elevar tu vida y ayudarte a alcanzar un mayor nivel de satisfacción. Ya ves lo enrollado que soy.
¿Estamos listos?
¡Pues vamos allá!
1. Una rutina de sueño consistente
La dieta, el ejercicio y el sueño son los principales motores de tu estado de ánimo. La consistencia en la hora a la que te vas a dormir y la hora a la que te levantas, así como darle al cuerpo el descanso que necesita es uno de los hábitos que hará maravillas en tu vida.
Los beneficios son claros: Mayor productividad, mejor ánimo, mayor energía.
2. Ejercicio o paseo mañanero
Activar el cuerpo con ejercicio físico en los primeros momentos del día marca la diferencia. No tiene por qué ser algo de mucha intensidad. Basta con una actividad que haga que tu cuerpo se mueva y que sea lo suficientemente accesible como para que la repitas habitualmente.
Hazlo y verás cómo tus niveles de claridad mental y vitalidad se disparan.
3. Beber agua
Todos lo sabemos, pero la mayoría nos olvidamos. Beber agua a menudo es fundamental para sentirse ligero y despierto.
Para desarrollar este hábito, es fundamental que diseñes tu entorno. Pon la botella de agua cerca, donde la puedas ver y que esté al alcance de tu mano. Si tienes que levantarte a beber agua, lo más probable es que no lo hagas.
4. Planificar las tareas más importantes y priorizarlas
Si empezamos el día sin planificación corremos el riesgo de que todas esas cosas que no son tan importantes, pero que parecen urgentes, se cuelen en nuestra agenda y nos coman todo el tiempo y toda la energía. Por eso, planificar las tareas que consideramos prioritarias es tan importante.
Y no sólo eso, sino dedicar a esas tareas las primeras horas del día, cuando tenemos más energía y claridad mental. De esa forma, nos aseguraremos de que al acabar el día habremos hecho lo importante, aunque hayamos dejado algunas otras cosas de lado.
5. Tiempo para aprender
Si queremos desarrollar nuestras habilidades, hemos de tomarnos el tiempo para poder hacerlo. Por eso, conviene que asignemos un tiempo cada día, por corto que sea, a ello. Puede ser tiempo que dediquemos a leer libros, artículos, vídeos de Youtube, etcétera, etcétera.
Relacionado con esto, el hábito de tomar notas de todo lo que consideremos relevante puede ayudarnos muchísimo a retener mejor la información y a repasarla con mayor facilidad.
6. Tiempo para no hacer nada
Uno de los grandes obstáculos al desarrollo de nuestro potencial es que nos afanamos en permanecer ocupados en todo momento. Necesitamos estar haciendo algo para no aburrirnos. Y ese hábito mata la conexión con nosotros mismos, nuestra capacidad de prestar atención y nuestra creatividad.
El antídoto es muy sencillo: Aprender a no hacer nada. Dedicar de forma consciente un poquito de nuestro día a estar con nosotros mismos, sentados o paseando, sin prisas y sin tareas.
7. Escribir un diario
Escribir un diario con las cosas más relevantes del día es un hábito que hace maravillas. Nos permite recordar los momentos especiales, así como conectar con cómo nos hemos sentido durante el día, las cosas que hemos hecho bien, y las cosas que no hemos hecho tan bien y que debemos mejorar.
Ahí tienes, siete hábitos que pueden llevar tu vida a otro nivel de satisfacción de la noche a la mañana. Empieza poco a poco y ve conquistando terreno. ¡Seguro que lo bordas!
Y ya sabes, si quieres convertirte en una máquina de optimizar tu día a día, no dejes de consultar nuestra sección #Estilodevida.
Moni 
