Errores financieros de la década de los 30: Gastos

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Si estás en la década de los 30, estás de suerte. Hoy vamos a hablar de los errores financieros más comunes que solemos cometer en esta década y que nos alejan del objetivo de conseguir una buena salud financiera a largo plazo. Y eso no mola, porque nos impide poder disfrutar de la vida en todo momento.

Y si aún estás en la década de los 20, ¡presta atención! Así podrás verlos venir y estarás un poco más alerta para no dejarte engatusar tan fácilmente por ellos.

Para empezar, abramos con una idea clave: La salud financiera es el resultado de decisiones que tomamos en áreas muy diferentes de nuestra vida. Qué gustos desarrollamos, qué estilo de vida perseguimos, cuánto autocontrol tenemos, qué estudiamos, cómo desarrollamos nuestro trabajo, qué tipo de compras relevantes hacemos, cuánto nos endeudamos, a qué tipo de personas frecuentamos, cuántas cosas nuevas aprendemos… hay muchas variables diferentes.

Así que para hacer este post más digerible, vamos a dividirlo en partes. Y en esta primera parte vamos a hablar de errores financieros relacionados con una de las variables más importantes: Los gastos.

Errores financieros
Imagen de Maria Domnina

Situación vital en la década de los 30

Los 30 es una década difícil para muchos de nosotros, ¿no es así?

Así como en la década de los 20 solemos estar muy enfocados en divertirnos y experimentar al máximo sin preocuparnos demasiado, en la década de los 30 empezamos a sentir cierta presión. Las insatisfacciones en el trabajo aumentan, empezamos a darle más importancia a las relaciones estables, intentamos independizarnos de nuestros padres y quizá comenzamos a darle vueltas a algunas grandes decisiones como cambiar de trayectoria profesional, comprar un piso, o formar una familia.

En otras palabras, es muy común sentir ansiedad en esta etapa porque nada parece demasiado sólido, tenemos muchas preguntas y pocas respuestas.

En este contexto, veamos algunos de los errores financieros relacionados con nuestros patrones de gasto que probablemente nos conviene evitar.

Errores relacionados con los gastos

1. Caer en compras impulsivas

¿Quién no cae en compras impulsivas con todas las tentaciones que tenemos a nuestro alrededor? Es muy difícil no hacerlo.

Sin embargo, las compras impulsivas son auténticos torpedos a la línea de flotación de nuestra salud financiera, porque nos alejan del gran objetivo de ahorrar. ¿Y por qué? A menudo, por una mera situación de ansiedad que estamos atravesando y que nos impulsa a comprar algo en ese momento. Un clásico de la década de los 30.

Un truco muy efectivo para filtrar esas compras que no tienen demasiado sentido es retrasarlas uno o dos días. Eso nos permite considerarlas desde un estado interno más calmado y menos impulsivo. Si hacemos esto, habrá veces en las que aún queramos comprar, pero habrá otras veces en las que no.

2. No monitorizar gastos

La década de los 30 es un momento clave para formar buenos hábitos de gasto que se mantengan en el tiempo. Una de las formas más efectivas de hacerlo es monitorizar en qué gastamos el dinero mes a mes para identificar áreas en las que estamos gastando demasiado y debemos recortar.

Sin ese hábito de monitorizar gastos, es prácticamente seguro que desperdiciarás tu dinero en cosas que no te aportan demasiada satisfacción, sino que solamente haces por hábito. Y eso, desafortunadamente, tiene un enorme impacto en salud financiera en el conjunto de una vida.

3. Poner el ahorro en último lugar

Nuestro esquema mental por defecto en la década de los 30 suele ser: Primero gastar en lo que necesito y lo que me apetece. Y si después me queda algo, ahorrar.

Sin embargo, no suele quedar mucho, ¿verdad? Las tentaciones para gastar en esta década son muchas, y también lo es nuestra predisposición a hacerlo.

Errores financieros
Imagen de Peter Stanic

Por esta razón, esta década es un gran momento para cambiar ese esquema mental y poner el objetivo de ahorro en una posición prioritaria: Primero ahorrar, después gastar.

Una estrategia que suele funcionar como un reloj suizo para asegurarnos de que vamos a ahorrar a fin de mes es asignar una parte de nuestro sueldo – de forma automática y nada más recibirlo – a una cuenta de ahorro. De esa forma, sólo podremos gastar lo que nos queda, haciéndonos mucho más conscientes de dónde queremos gastar y dónde no.

Es cierto que si estamos muy justos y la mayoría de nuestros gastos son «necesarios» o largamente inevitables, esto puede ser difícil de implementar en la práctica. Pero en muchos casos no es así.

Este cambio de esquema hace maravillas en tu salud financiera a largo plazo. Cuanto antes lo adoptes, mayor será el impacto.

Y aquí termina esta Parte 1 de los errores financieros más comunes en la década de los 30. En la Parte 2 hablaremos de los errores relacionados con la deuda, otro gran campo para meter la pata que conviene tener muy en cuenta.

Y si quieres seguir aprendiendo a disfrutar al máximo sin sacrificar salud financiera, consulta nuestra sección #Estilodevida.

¿Quieres seguir aprendiendo sobre cómo mejorar tu salud financiera para disfrutar durante todos los momentos de tu vida?

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